Este martes estuvo en el Senado de la República el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos,  Raúl Plascencia Villanueva, y mientras legisladores del PAN, PRI y PRD lo trataron con expresiones de seda, la petista Layda Sansores San Román le dijo hasta de lo que se va a morir.

Aquí las palabras textuales de la legisladora: ““Las organizaciones defensoras de derechos humanos dicen que usted está más cerca del poder que de los ciudadanos, y esa es la impresión que yo también tengo.

“¿Cómo ve que por primera vez se interpone un amparo por parte de las víctimas para el que el juez le diga que haga usted su tarea?

En lo que se refiere a las víctimas de los 72, Mirna, ahí estás, si te puedes poner de pie, para que te conozca, porque dice que los entrevistó y que los ha atendido.

“¿Sabe cuándo se acordó de ellos? Hace cinco días o siete días, entonces empezaron a buscarlos, porque venía aquí a la comparecencia.

“Pasaron tres años cuatro meses para que pudiera dictarse la recomendación.

“¿Dónde está Mirna? Mirna, acércate nada más para que siquiera te vea la cara y a ver si frente a ti te dice que sí dictó medidas cautelares. Aquí hasta me ofende. -Sí se solicitó, pero ya ve cómo son los de la PGR; no me hicieron caso, entonces no hay remedio-.

“No, hay que darle seguimiento y si hay que exhibirlos, hay que exhibirlos con firmeza. No se puede andar de palero, porque aquí lo que preocupa es que usted está poniéndose los zapatos nuevos para ir a los Pinos a rendir el informe, en lugar de ponerse los tenis para haberse ido a un caso que fue emblemático, como el de la fosa de los 72 migrantes, haberse ido personalmente a ver qué pasaba y qué se podía solucionar.

“Y no sólo eso. A los ocho meses vienen las 47 fosas con los 193 migrantes muertos ¿y qué se hizo? Tampoco. “Nada, porque ya ve cómo son los de la PGR, no hacen caso”.

“Esto irrita. Yo creo que también hay discapacidades en los funcionarios y ésta es una que en psicología se ve mucho, es la falta de empatía. La falta de empatía es ponerse los zapatos de los otros, sentir lo que ellos sienten, sentir el dolor de las víctimas y esa es la discapacidad que usted tiene y es imperdonable en un funcionario que defiende los derechos humanos.

“Por eso me siento muy indignada de oír aquí, cómo hacen los políticos mañosos, tantas mentiras y tantas omisiones. Aquí yo le quiero recordar que está bien, creo que lo mejor es esta posibilidad de un recurso de inconstitucionalidad contra esta prohibición de las manifestaciones, pero sí, creo que no se hizo nada en el caso de Kuykendall del 1 de diciembre, aquí parece y lo dice el diputado Ricardo Mejía, que le envía 10 preguntas y ojalá y se las conteste, que me consta, porque sigue el caso hasta el día de su muerte tuvo heridas, una fractura craneoencefálica, sólo, su familia como pudo, hasta el final lo enterró, pero nunca hubo una solidaridad por parte del gobierno, de la Comisión de Derechos Humanos y Teódulo, el maestro que estaba a su lado, sigue desaparecido.

“Tal parece que usted, a lo que se dedica, es a legitimar los operativos policiacos. Creo que el país está en una grave crisis, en un problema, como decían, manda mensajes: el país se está hundiendo y este señor viene aquí a mentirnos.

“Esta es la indignación que está detrás de todos los reporteros que no les permiten que les dé la cara, pero creo que sería mejor oírlos a ellos que cuando nosotros la hacemos de paleros.

“Aquí hay algún otro comentario que me mandan, también Fray Tomás. Ustedes no acompañaron la caravana que vino desde Tenosique, esta segunda vez y esta falta de compromiso hizo que varios migrantes fueran detenidos y llevados a la estación, digamos que a la Cárcel siglo XXI, donde no tuvieron acceso a la justicia y entonces creo que con esto silencio cómplice usted está permitiendo el exterminio, este holocausto de los que hablan los sacerdotes que están dedicados a proteger a los migrantes y que tanto a Mariana, a Zoé, nos consta el dolor, la indignación que hay, sin que haya ya no se diga una recomendación, un pronunciamiento enérgico, una opinión.

Le dice al senador Bartlett: -es que yo no puedo opinar sobre todas esas cuestiones de la Ley de Telecomunicaciones-.

“Claro que sí se puede opinar y por qué entonces sí lo hace el Ombudsman local del Distrito Federal, él si puede y usted no, pues arriesgue un poquito, porque hace falta antes de que esto sea letra hecha y firmada.

“Creo que hay que prevenir también y una opinión suya valiente tendría mucho peso en la sociedad. ´

“Así que permítame hacerles estas consideraciones porque son muy lamentables”.