El presidente de la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional, Alejandro Encinas Rodríguez, dijo que 65 por ciento de las armas ilegales que existen en México están en manos de grupos delictivos y el 35 restante las tienen civiles para su protección personal.

El legislador reveló lo anterior a un grupo de parlamentarios alemanes de la Subcomisión para el Desarme, Control de Armamento y No Proliferación de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento de aquel país.

Encinas Rodríguez dijo que en la última década México pasó de ocupar el lugar 22 en el tráfico de armas al quinto a nivel mundial, pues cada día ingresan al país 2 mil armas que se destinan para actividades delictivas, a los cárteles de la droga, a la delincuencia organizada y también a los ciudadanos para su autodefensa.

Esta situación, agregó, ha dado lugar a un mercado negro con un potencial enorme que se estima en 127 millones de dólares anuales, solamente en el tráfico entre particulares.

Por ello, consideró necesario hacer un replanteamiento de toda política de combate al tráfico ilegal de armas y analizar qué modelo se va seguir en México para enfrentar este problema, si el de la prohibición absoluta, el de control y registro, el de libre acceso o una nueva modalidad de control y desarme.

Hizo notar que cada vez llegan más armas de los países europeos, lo que puede incrementar el nivel de violencia que vive el país.

Por otro lado, comentó que existe un diferendo sobre la participación de México en las misiones de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pues primero se deben atender los asuntos de política interior y definir el papel que juega el Ejército para fortalecer a las autoridades civiles en materia de seguridad pública; “en lugar de abrir un nuevo frente sin tener la casa ordenada”.

La senadora del PAN, Gabriela Cuevas Barron señaló que en Estados Unidos se adquieren en promedio cada año 253 mil armas para ser traficadas hacia México, las cuales han terminado principalmente en manos de la delincuencia y crimen organizado.

Subrayó que este tráfico de armas se vincula estrechamente con el incremento de la violencia que padecen algunas zonas del territorio nacional, ya que desde que se eliminó en Estados Unidos la prohibición de vender armas de asalto al público, los homicidios en México crecieron exponencialmente; tan sólo entre 2004 y 2012 las muertes por homicidio se triplicaron.

La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores indicó que a raíz de esto las organizaciones delictivas comenzaron a tener prácticamente acceso ilimitado a todo tipo de armamento.

En su oportunidad, el presidente de la Comisión de Desarme, Control de Armamento y No-Proliferación, del parlamento alemán, diputado Robert Hochbaum, manifestó que en un asunto tan grave y serio como el de Guerrero se debe hacer justicia. “Este caso lo estamos observando desde Alemania, la opinión pública, la política y los medios”.

Dijo que el gobierno de México ha actuado rápidamente y ha sido muy enérgico frente a las violaciones de derechos humanos.

Mencionó que en Alemania la gente confía plenamente en su policía, ya que su salario, imagen y prestaciones son relativamente buenas y por consecuencia tienen un buen perfil ante la población.

A su vez, el diputado Carsten Müller insistió que en la opinión pública alemana hay gran interés por lo que sucede en México, especialmente en Guerrero, pues se observa desde muy cerca cómo están manejando la situación de incertidumbre y de inseguridad; “si están actuando de manera decidida contra esto”.

Pero hizo un reconocimiento del programa que llevan a cabo las autoridades mexicanas para el canje de armas por objetos útiles para la vida diaria, pues éste permite desmilitarizar y desmovilizar a la población.