La Comisión Permanente avaló un dictamen en el que rechaza enérgicamente la práctica unilateral e intervencionista del Gobierno de los Estados Unidos al elaborar una lista de países que presuntamente auspician el terrorismo, con implicaciones que exceden el de las propias instituciones norteamericanas.
Lo anterior, debido a que el pasado 30 de mayo de 2013, el Departamento de Estado de ese país publicó la evaluación anual de la actividad terrorista y extremista en el mundo y la amenaza que representa para él y sus aliados.
En dicho listado se incluye a Cuba, por lo que le agrega más sanciones a los ya amplios efectos del embargo y bloqueo que Estados Unidos ha mantenido contra la isla por más de 50 años.
Asimismo, le impide el acceso al Banco Mundial y a otros recursos financieros y coloca una lupa internacional sobre todas sus transacciones bancarias internacionales.
Es por ello, que los legisladores puntualizan que sacar a Cuba de la lista de apoyo al terrorismo sería el primer paso hacia el término del embargo contra la isla, que es condenado año tras año por las Naciones Unidas y constituiría un paso importante en la verdadera lucha contra el terrorismo.
El documento precisa que no hay pruebas que justifiquen mantener a Cuba en esa lista y, por lo tanto, se debe reclamar que se ponga fin a una acusación “injusta y arbitraria”, cuyo único objetivo es justificar el bloqueo hacia la isla.
“Cuba no ha efectuado absolutamente nunca un ataque terrorista contra Estados Unidos y en ninguna de sus formas, contra de alguna otra nación”, subraya el dictamen.