Grave crisis de credibilidad
Es necesario que concretemos las leyes secundarias anticorrupción para queno vuelva a ocurrir el caso donde un subordinado exonere a su jefe, así sea el presidente de la República, aseveró el coordinador de los senadores del PAN, Fernando Herrera Ávila.
Indicó que para dar una batalla frontal a la corrupción hay que culminar el proceso legislativo e impulsar la implementación expedita del Sistema Nacional Anticorrupción, ya que “es la única forma de que verdaderamente combatamos los comportamientos incorrectos de los funcionarios públicos”.
Sostuvo que este tema, además de ser una prioridad en la agenda legislativa para este periodo de sesiones de la bancada panista en la Cámara alta, es una exigencia de la ciudadanía.
“Hay una terrible desconfianza de la sociedad ante la grave crisis de credibilidad que tiene el gobierno federal por una corrupción rampante en el país, y esto lo vemos los senadores del PAN como un compromiso ante la ciudadanía para atender esta indignación”, expuso.
Recordó que hace unos días Acción Nacional presentó un paquete de reformas que promueven una nueva cultura de la rendición de cuentas, donde cada servidor público estará obligado a rendir de manera periódica, veraz y pública su declaración patrimonial, declaración de intereses y declaración anual de impuestos.
Planteamos, agregó, que para impulsar la efectiva participación de la sociedad en el combate a la corrupción se utilicen los mecanismos de testigo social, las auditorías sociales para proyectos de alto impacto comunitario y redes de participación ciudadana.
“Para mi grupo parlamentario resulta imprescindible empoderar a la sociedad civil para que a través de ella se realice una adecuada vigilancia en el uso de los recursos públicos, con el propósito de dotar al ciudadano de instrumentos que permitan su eficiente participación”, resaltó.
Por eso, subrayó, buscamos que se instauren las bases mínimas de integración, funcionamiento y coordinación que habrán de seguir los sistemas locales anticorrupción, tanto a nivel estatal como municipal, para erradicar el control histórico del gobernador o del presidente municipal sobre los órganos encargados del combate a la corrupción.
También proponemos que se instituya el Servicio Profesional de Carrera de los Servidores Públicos que participan en los sistemas nacionales Anticorrupción y de Fiscalización, para que sea el mérito y la capacidad lo que rija el servicio público, y no el compadrazgo y la camaradería, precisó.
Herrera Ávila dijo que no debe repetirse la lamentable situación de que, como sucedió con la supuesta indagación de parte del secretario de la Función Pública sobre “La Casa Blanca”, un subordinado exonere a su superior de un conflicto de interés y de actos de corrupción.
“Esa pretendida investigación de parte del titular de la Función Pública, Virgilio Andrade, fue una burla a los mexicanos, y acrecentó la suspicacia de la sociedad sobre el presidente de la República, lo cual debilita a las instituciones”, sostuvo.
El hartazgo de la gente, agregó, y su desilusión frente a las instituciones se debe a la falta de resultados de parte de la actual administración federal y a la corrupción imperante.
Los senadores de Acción Nacional tenemos un compromiso con la ciudadanía para que en el país se afiance la rendición de cuentas, manifestó.
El combate a la corrupción --dijo-- es una de las demandas más evidentes y explícitas de nuestro partido, y ha sido una de las políticas públicas que hemos impulsado con total empeño en las cámaras de Diputados y de Senadores.
En este sentido, se refirió a la comparecencia del secretario Andrade en los próximos días ante comisiones del Senado.
“El secretario no tendrá un día de campo porque deberá explicar muchas cosas, muchas dudas, con relación a esta exoneración que hizo sobre ‘La Casa Blanca’ y los nexos con Grupo Higa; al menos los senadores del PAN tenemos muchas preguntas y queremos respuestas claras”, subrayó.
No obstante, Herrera Ávila se pronunció por la modificación del formato de las comparecencias para que éstas se vuelvan un auténtico modelo de rendición de cuentas y no una simple catarsis.
“Queremos un formato donde haya consecuencias para el funcionario, no donde sólo se den catarsis legislativas y críticas que no tengan consecuencias”, concluyó Herrera Ávila.