Al iniciar los diálogos públicos entre legisladores y sociedad civil, sobre las reformas al artículo 24 constitucional, el presidente de la cámara de Diputados, Guadalupe Acosta Naranjo, señaló que el Estado laico garantiza la mejor forma de desarrollo de cualquiera de las religiones.
En un encuentro inédito, convocado por la presidencia de la Mesa Directiva, puntualizó que si una religión quiere ejercer su libertad tendrá que ser en un Estado laico que no ponga preponderancia de una sobre otra. “A nadie debería ocurrírsele que éste debería retroceder en el país”.
Indicó que en ningún párrafo de la reforma aprobada se habla de la libertad religiosa en instituciones públicas. “Se hablaba en la exposición de motivos que fue modificada y quitada”, por lo que descartó la posibilidad de implementar una enseñanza religiosa en las escuelas públicas. “No hay y ni habrá”, insistió.
Mencionó que se debe leer a detalle el primer párrafo del tercero constitucional, pues está blindado para cualquier modificación del 24, ya que hace una referencia explícita diciendo: “El artículo 24 va a garantizar el derecho de que los seres humanos tengan una religión; independientemente de lo que pase en el 24, toda la educación que imparta el Estado será laica”.
El diputado presidente afirmó que la reforma al artículo 24 no influye en el tercero constitucional, que está blindado sobre cualquier intención de separar de la ciencia, del desarrollo y de los conocimientos la educación que imparta el Estado.
Refirió que su voto a favor del dictamen lo hizo convencido de que era una reforma que no sólo no lastimaba el Estado laico, sino avanzaba en la separación del Estado y de las iglesias. “La reforma no fue un retroceso sino un avance”.
En esto coincidió la diputada Rosario Brindis Álvarez, quien detalló que no se aprobaron privilegios ni discriminaciones a favor de alguna asociación religiosa, así como reformas a la educación pública laica y ningún derecho de participación política o electoral a ministros de culto o alguna iglesia. “Esta reforma se armonizó con ocho tratados internacionales y con respeto al Estado laico”.
A su vez, la diputada Alma Carolina Viggiano Austria expresó que armonizar la Carta Magna con los tratados internacionales es alinear sus leyes y avanzar. “Estos cambios no son una reforma educativa; vamos a pelear por un Estado laico, por lo que modificar el artículo 3 constitucional para incorporar la religión en las escuelas no es el objetivo, ni privilegiar algún credo religioso”.
El diputado Alejandro Encinas Rodríguez puntualizó que con esta reforma el Estado no normará los valores éticos y de religión, toda vez que son un derecho que le corresponde a cada persona. Detalló que hay una diferencia entre libertad de religión (derecho y garantía) y la religiosa (permite el ejercicio por parte de una institución).
Finalmente, el diputado Carlos Alberto Pérez Cuevas argumentó que no hay nada más falso que pretender que este tema regula a las asociaciones religiosas. “Falso, total y absolutamente, ya que sistematiza un derecho fundamental de las personas que una vez que lo tiene garantizado tiene la posibilidad de ejercerlo mediante la adopción, profesión o expresión”.