En los últimos años algunos estados y municipios han abusado del endeudamiento, acompañado de la falta de normas que pongan límites y obliguen a la transparencia y rendición de cuentas.

Por ello el Congreso federal reformó la ley para tener un mejor control, pues el tema de la deuda pública estatal y municipal ha cobrado importancia dado su nivel de crecimiento y su impacto en las finanzas públicas locales.

En el periodo 2000-2007, el saldo de las obligaciones financieras de entidades federativas aumentó en promedio 6.0 por ciento al año en términos reales, mientras que para el periodo 2008-2012, la deuda aumentó en un monto de 231 mil 691 millones de pesos (mdp), equivalentes a 114.1 por ciento respecto del cierre de 2008, por lo que en cuatro años se duplicó nominalmente.

El problema de deuda no es generalizado, pero se encuentra focalizado en algunas entidades. En 2012, 13 estados concentraron 82.1 por ciento del total de la deuda subnacional.

El crecimiento de la deuda también está relacionado a contingencias por la afectación de la infraestructura local ante desastres naturales, bajas tasas de interés y ampliación en el plazo de financiamiento, así como el aumento de la oferta de financiamiento de la banca comercial y las oportunidades para la emisión de certificados bursátiles.

La solución a la problemática del endeudamiento acelerado de los gobiernos estatales requiere de una reforma de las finanzas públicas y del federalismo hacendario, que transformen las causas primarias que dan origen a la problemática que se está enfrentando.

Así las cosas, la reforma del Congreso federal establece un marco general aplicable a los diferentes órdenes de gobierno y, al mismo tiempo, respeta el ámbito de competencia de los gobiernos locales en la emisión de sus respectivos ordenamientos legales, la autorización de sus paquetes económicos y, en particular, en la aprobación de los montos anuales de endeudamiento y en los procesos de contratación correspondientes.