El diputado René Ricardo Fujiwara Montelongo urgió a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, al Instituto para la Atención de los Adultos Mayores y a la Comisión de Derechos Humanos capitalinos a impulsar acciones para atender y erradicar la violencia que sufren las personas adultas mayores, así como garantizar la protección de sus derechos humanos.
A través de un punto de acuerdo presentado ante la Comisión Permanente, el secretario de las comisiones del Distrito Federal y de Derechos Humanos destacó que esta población es amplia y debe dársele la importancia que representa en el desarrollo social y económico del país, por las aportaciones.
Argumentó que el envejecimiento de las personas representa una oportunidad significativa para aprovechar las numerosas contribuciones que pueden hacer a la sociedad.
También implica un desafío de política pública que exige la adopción de estrategias que promuevan la inclusión social y la solidaridad entre generaciones, sobre todo porque la vejez es resultado de los grandes cambios demográficos experimentados en México durante el siglo XX, subrayó.
Lamentó el rechazo social, la humillación, discriminación y violencia que sufre en México el 16 por ciento de los adultos mayores, es decir, cerca de 1.7 millones reciben golpes, ataques sicológicos o insultos, atentando contra sus derechos humanos, según el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, de la Secretaría de Salud.
Por lo cual, señaló la necesidad de que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, conforme a sus facultades legales y de forma oficiosa, “inicie las investigaciones correspondientes a fin de acreditar el cuerpo del delito derivado de estas inhumanas conductas y se proceda conforme a derecho”.
Asimismo, que el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores capitalino garantice la adecuada atención y cuidados a las personas adultas mayores que son víctimas de maltratos, con el propósito de darles una vida digna y apegada a sus derechos humanos.
Es importante que también la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal vigile que todos los servidores públicos que atiendan a este sector procuren el bienestar de quienes son víctimas de rechazo y discriminación, y cuide en todo momento aquellas acciones u omisiones que vulneren sus garantías, iniciando los procedimientos que procedan.
Fujiwara Montelongo afirmó que este sector poblacional merece recibir toda la atención del Estado mexicano. “Deben ser tratados con respeto, por lo que es necesario implementar políticas públicas incluyentes que les garanticen su subsistencia, a fin de que accedan a una vida digna, recordando que todas y todos formaremos parte de ese núcleo social”.
Se requiere, dijo, implementar acciones inmediatas que garanticen a los adultos mayores el goce de sus derechos humanos y el ejercicio de sus libertades fundamentales. Al ser un grupo considerado un grupo vulnerable, “tenemos el reto inmediato de hacer todo lo necesario por alcanzar el principio de igualdad en el ser humano”, señaló.
Sobre todo, dijo, porque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que los malos tratos a las personas de edad aumentarán, debido al acelerado proceso de envejecimiento en muchos países. Es un problema social mundial que afecta la salud y los derechos humanos de millones de ciudadanos mayores, por lo que merece la atención de la comunidad internacional, y en particular de nuestro país.
Los tratos inhumanos de que son víctimas muchos adultos mayores continúan, pese a que existe un marco jurídico amplio que protege sus derechos humanos.
Refirió que la ONU indica que la población mundial de 60 años o más representa alrededor de 700 millones de personas. Estima que para el año 2050, serán dos mil millones, equivalentes a más del 20 por ciento de todos los habitantes del mundo.
Ante esta perspectiva es urgente e impostergable que los Estados den atención a las necesidades particulares de estos ciudadanos y se aboquen a resolver los problemas que enfrentan.
Es alarmante, como informa la ONU que entre el 4 y 6 por ciento de las personas mayores de todo el mundo han sufrido alguna forma de abuso y maltrato, lo cual puede llevar a graves lesiones físicas y tener consecuencias psicológicas irreversibles de largo plazo.