El tipo de cambio en México es flexible ante los movimientos de capitales y al entrar en el país “abaratan” el precio del dólar y fortalecen el peso, lao que provoca que el país pierda competitividad en importaciones y esto explica el creciente balance deficitario en el comercio exterior.

Así lo explicó Arturo Huerta González, coordinador del Posgrado de Economía de la UNAM, al señalar que a esto se suma el incremento del monto de la cartera vencida, el cual se duplicó, entre 2010 y 2013, al pasar de 153 mil millones a 302 mil millones de pesos.

Con estos fundamentos el especialista afirmó que el aumento de la tasa de interés elevará el costo de las deudas, además de que la economía no crecerá y tampoco podrá enfrentar un escenario de crisis.

En este contexto de vulnerabilidad, dijo que las reformas estructurales no promueven el crecimiento económico, como lo ha estado documentando en parte de sus 16 libros y más de 200 artículos sobre teoría económica y economía mexicana, publicados en revistas especializadas.

Precisó que al cierre de marzo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó la caída de los indicadores de confianza de distintos sectores productivos, en comparación con los registrados hace un año durante el mismo mes.

En el manufacturero, puntualizóHuerta González, el retroceso fue de 4.5 por ciento; en la construcción, de 2.5, y en comercio, de 5.1 por ciento.

Al respecto, subrayó que los empresarios no contemplan perspectivas de crecimiento porque se mantienen políticas que privilegian la estabilidad de los indicadores macroeconómicos que, supuestamente, blindarán a la economía mexicana ante choques externos.

“Tenemos menos industria y campo. Como resultado, perdimos la autosuficiencia alimentaria y contamos con un margen de maniobra mínimo para sortear un embate internacional de reducción en el flujo de capitales; además, ningún país puede crecer frente a los problemas de desempleo y salarios bajos”, concluyó.