En México, tres por ciento de niñas y niños en edad escolar primaria presenta problemas de dependencia alcohólica, en tanto que el consumo entre hombres de 12 a 17 años pasó de 10.5 a 11 por ciento, y el de las adolescentes se duplicó a 7.1 por ciento.
Así lo establece la diputada Crystal Tovar Aragón en una iniciativa de reformas a la Ley General de Salud, en la que señala que es necesario modificar la estrategia nacional para el combate y prevención de las adicciones en jóvenes y adolescentes, pues en los últimos 10 años no ha dado resultados positivos.
Con las modificaciones a los artículos 185 y 191 de esa ley se busca que se imparta orientación a los jóvenes sobre los efectos del alcohol y otras drogas, pues son una de las amenazas más graves para la juventud, que se han incrementado de manera alarmante.
Explicó que en menores de 18 años, el consumo de alcohol daña el tejido cerebral, hepático y pancreático. “Por ello, la cuarta causa de muerte entre mujeres y hombres de 12 a 17 años es la cirrosis hepática” y, de acuerdo con información de los Centros de Integración Juvenil, AC, se estima que 392 mil adolescentes tienen dependencia al alcohol, de los cuales 146 mil son mujeres.
Además, se debe identificar a la juventud como un sector de alto riesgo de caer en algún tipo de adicción, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, el 12.3 de los jóvenes fuma tabaco. “El Poder Legislativo debe contribuir para evitar que adolescentes y jóvenes entre 12 y 17 años inicien con la destrucción de su vida”, enfatizó.
Refirió que la mariguana es la droga de mayor consumo entre los varones adolescentes en zonas urbanas con un nivel del 2.6 por ciento, mientras que para las mujeres jóvenes es de 0.7 por ciento. En el caso de la cocaína, se incrementó cinco veces el consumo adolescente con relación a 2008, cuando era de 0.1 por ciento. Para 2011, 0.6 por ciento de las mujeres jóvenes consumieron esa sustancia.
“Las adicciones han penetrado a una población cada vez más joven; personas a partir de los doce años han consumido algún tipo de droga y sólo uno de cada cinco recibe atención con programas de rehabilitación”, enfatizó.
Dijo que según los últimos resultados de esa encuesta, el grupo de mayor riesgo para el inicio en el consumo de drogas son las personas entre los 12 y 29 años de edad, sobre todo, en zonas urbanas, donde el uso de estupefacientes durante el último año fue de 1.9 por ciento, contra el 1.5 en promedio a nivel nacional.
Tovar Aragón propuso que a través del Programa Contra el Alcoholismo y el Abuso de Bebidas Alcohólicas, así como del Programa contra la Farmacodependencia, del Consejo Nacional Contra las Adicciones, se contemple la educación de jóvenes como método de prevención.
La reforma plantea que la Secretaría de Salud, gobiernos estatales y el Consejo de Salubridad General se coordinen para impartir educación sobre los efectos del alcohol y el consumo de estupefacientes, sustancias psicotrópicas y otras que produzcan dependencia, dirigida a niños, adolescentes, jóvenes, obreros y campesinos, a través de métodos individuales, sociales o de comunicación masiva.
Además, que fomenten actividades cívicas, deportivas y culturales que coadyuven en la lucha contra el alcoholismo, especialmente en zonas rurales, grupos de población que se encuentren entre los 12 y 29 años y los considerados de alto riesgo.