La Cámara de Diputados avaló reformas a la Ley Agraria para facilitar a las mujeres con carácter de ejidatarias, comuneras, avecindadas, posesionarias y pobladoras dentro de los núcleos ejidales su asociación para organizar y constituir las Unidades Agrícolas Industriales de la Mujer (UAIM).
Con una votación en lo general, de 380 votos a favor, cero en contra y 1 abstención, se acordó reformar el artículo 71 y adicionar un octavo párrafo al artículo 108, para establecer que en estas unidades se podrán integrar instalaciones destinadas específicamente al servicio y protección de la mujer campesina.
Su objetivo, añade, será la realización y coordinación de actividades productivas, de asistencia mutua, aprovechamiento de recursos, comercialización o cualquier otra actividad que promueva el desarrollo económico y social de las mujeres mayores de 16 años dentro del núcleo agrario.
El dictamen precisa que actualmente existe una legislación agraria insuficiente que no desarrolla de manera clara y precisa aspectos como el derecho patrimonial y el carácter productivo que debe tener la superficie de tierra destinada a una UAIM.
Al fundamentar el dictamen, el diputado Guillermo Sánchez Torres dijo que en México viven más de 12.4 millones de mujeres en áreas rurales y en condiciones de gran desventaja socioeconómica; sin embargo, la mujer en el medio rural no sólo desarrolla un papel fundamental en la vida diaria de la familia, sino como proveedora de ingresos y se ha convertido en factor de trabajo productivo.
Detalló que el dictamen busca facilitar que las mujeres integrantes de cualquier núcleo de población ejidal puedan asociarse de manera libre y organizarse para constituir una unidad productiva denominada UAIM, la cual permitirá fomentar su desarrollo productivo bajo el esquema de las sociedades rurales al establecerse con precisión y claridad su objetivo.
Con las reformas, dijo, se abrirán las posibilidades para que cualquier mujer, con el solo hecho de pertenecer a un determinado núcleo agrario, esté en condición de poder asociarse para estos fines, sin importar si es ejidataria, comunera, posesionista o avecindada, buscando con ello mejorar beneficios y desarrollo para las mujeres en el campo.