A diez meses de aprobado e implementado el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a refrescos y bebidas azucaradas, recaudación con la que se colocarían bebederos de agua potable en escuelas públicas, el Gobierno de la República no ha instalado un solo bebedero, denunció la promotora de esta iniciativa, senadora Marcela Torres Peimbert.
Mediante un punto de acuerdo, la legisladora exhortó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a que informe cuánto de lo recaudado hasta el momento por concepto del IEPS a las bebidas azucaradas se ha destinado al acceso al agua potable e instalación de bebederos en escuelas, espacios públicos y zonas rurales, como había sido planteado en la iniciativa que impulsó el año pasado.
Torres Peimbert también pidió a la Cámara de Diputados aumente los recursos propuestos dentro del rubro del Programa de la Reforma Educativa para que se construyan bebederos con agua potable en las escuelas, con lo recaudado por concepto del IEPS a las bebidas azucaradas.
“En el artículo Sexto Transitorio de la Ley de Ingresos quedó plasmado el compromiso del Gobierno Federal que hasta el momento ha incumplido; recibe el dinero que al parecer ha sido del orden de los 7 mil millones de pesos, en tan solo el primer semestre de recaudación, pero no ha instalado un solo bebedero”, denunció Torres Peimbert.
La legisladora queretana explicó que el destinar el 100% de los recursos recaudados por este IEPS a medidas de prevención y acceso a agua potable, es un acto que no sólo justifica el cobro del impuesto sino que también refuerza el compromiso del Estado por la salud de niñas, niños y adolescentes.
La senadora reiteró que el espíritu de este impuesto no es recaudatorio, y argumentó que “un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública dio a conocer que, a corto plazo, el consumo de refrescos y otras bebidas azucaradas disminuyó en un 10%, mientras que el consumo de agua potable aumentó en un 13%”.
Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública, la disminución del consumo de refrescos y bebidas azucaradas implicará además un ahorro de 6 mil 600 millones de pesos en un plazo de 10 años en costos directos de atención a problemas de obesidad y enfermedades relacionadas con este padecimiento, y para 2030 se evitarán entre 400 mil y 600 mil casos de diabetes.
La senadora recordó que México es primer lugar mundial en consumo de refrescos, el primer lugar también en obesidad en adultos, primer lugar de obesidad en mujeres y se encuentra entre los primeros lugares en obesidad infantil.