El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados reportó que 40 por ciento de la población en México que tiene sólo escolaridad primaria o menor presentó dificultades económicas para tomar por lo menos tres alimentos al día.
Según una encuesta nacional realizada por el CESOP durante febrero, concluyó que existe amplia solidaridad con los sectores más necesitados y gran sensibilidad sobre la insuficiencia alimentaria que padecen miles de comunidades del país.
La consulta reveló que el 74.5 por ciento de mexicanos aprueba la recientemente anunciada Cruzada Nacional contra el Hambre, emprendida por el Gobierno Federal.
De igual forma, la población considera como los temas prioritarios para la atención de los más necesitados a la educación, con 28.7 por ciento; el otorgamiento de programas sociales, con 24 por ciento, y combatir el hambre, con 20 por ciento.
No obstante, el 63 por ciento de encuestados dice que no sabe en qué o cómo se usaron los apoyos del programa Oportunidades, además, el 54 por ciento opina que la selección de las familias beneficiadas no se realizó con criterios objetivos y el 57 por ciento, que el programa no evitó el trabajo infantil entre la población.
El CESOP señaló que el 70 por ciento de los encuestados piensa que se debe otorgar capacitación para lograr insertar a los sectores más pobres del país al mercado de trabajo.
Sobre la pregunta ¿qué tanto afecta el problema del hambre a las comunidades y colonias del país? 89.2 por ciento de los entrevistados respondió que “mucho”.
Acerca del gasto que realizan las familias en alimentación, la encuesta revela que el 28 por ciento destina menos de 2 mil pesos al mes; el 29 destina entre 2 mil y 3 mil pesos y el 20 entre 3 mil y 4 mil pesos mensualmente; el 70 por ciento de los hogares tiene un gasto promedio en alimentos de entre mil y cuatro mil pesos mensuales.
Además, destaca que el 70 por ciento de los mexicanos opina que el gobierno debería aumentar el gasto en programas sociales; el 65 señala la necesidad de aumentar impuestos a los ricos, y el 57 por ciento que los pobres no deberían pagar por los servicios públicos.