Mueren en México 23 mil personas al año
En México, cerca de 10 millones de personas padecen asma y otras enfermedades respiratorias crónicas, situación que provoca 23 mil muertes al año.
La mayor incidencia de estos males se presenta en niñas y niños menores de 15 años, aseguraron los ponentes del foro “Impacto del asma y Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica en México”, organizado por la Comisión de Salud, que preside el diputado Mario Dávila Delgado.
El legislador dijo que se debe reconocer el asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), como un problema de salud pública importante.
Indicó que el reto que representan estas dos enfermedades merece un trabajo de equipo por parte de autoridades, médicos, población y medios de comunicación.
Resaltó que el asma bronquial y la EPOC ocupan un lugar determinante en la frecuencia de enfermedades en los sectores de la niñez y personas adultas.
Es necesario, abundó, que las políticas públicas se entrelacen y que cada quien haga, desde su trinchera, lo que le corresponde. Desde el Legislativo, señaló, se buscará un incremento en el Presupuesto de Egresos para fortalecer el sistema de salud.
“Actualmente, México gasta en salud la mitad de lo que invierte cualquier país de un nivel desarrollado, y no se diga en investigación, donde apenas gastamos la quinta parte de lo que gastan Canadá, Estados Unidos o países de Europa”, precisó.
A su vez, la diputada Beatriz Eugenia Yamamoto consideró que la situación actual de las enfermedades respiratorias crónicas es un foco de alerta en México, por lo que es necesario emprender acciones que contribuyan a un diagnóstico preciso, oportuno y que garantice el apego al tratamiento.
Refirió que en nuestro país, la EPOC causa anualmente alrededor de 18 mil muertes, en tanto que por asma fallecen otras 5 mil y ambas enfermedades están asociadas al tabaquismo, a la contaminación ambiental, la altitud y escasez de oxígeno, la obesidad y la pobreza.
“Sin embargo, el tabaquismo es la causa más alarmante, ya que según la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, estima que 17.3 millones de mexicanos son adictos al tabaco, de los cuales 2.5 millones podrían padecer EPOC y 5 millones, asma”, indicó.
En su participación, el doctor Rogelio Pérez Padilla, investigador y ex director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), resaltó que el problema es “infravalorado” en nuestro país, donde no existe un programa integral de atención o prevención y se carece de apoyo en la investigación.
El riesgo de muertes por asma y EPOC, dijo, son mucho mayores al de otros países de Latinoamérica y genera un ausentismo laboral importante. El 50 por ciento de los pacientes de EPOC y 90 por ciento de los de asma, no tienen un diagnóstico certero, además de que el acceso a medicamentos no es el óptimo y los que se utilizan son obsoletos.
Jorge Salas Hernández, director del INER, abundó que aunque existen mejores fármacos, son de más difícil acceso para la población, por su alto costo y porque no existe un programa nacional de atención. Coincidió que en el desarrollo de estos dos padecimientos influyen factores como la mala exploración y diagnósticos errados, lo que retrasa su tratamiento y, en consecuencia, aumenta los costos de atención de la enfermedad.
En tal sentido, propuso a los legisladores impulsar políticas públicas de atención a enfermedades respiratorias, así como programas innovadores de educación y de acceso a medicamentos.
“En México, ya hay una propuesta formal del INER, llamada AIRE, que fue retomada de otros países en donde ha demostrado su eficacia; falta apoyarlo presupuestariamente”, mencionó.
Por su parte, el secretario de Salud del estado de Guanajuato, Ignacio Ortiz Aldana, advirtió que en las próximas dos décadas, de no brindarle la atención que corresponde a este problema de salud, se incrementará en un 50 por ciento, siendo la población infantil la más afectada, sobre todo en los menores de 9 años y en adultos mayores de 40 años.
Concluyó que el EPOC es una enfermedad importante por su morbilidad y mortalidad; sin embargo, agregó, permanece subdiagnosticada y sin ser reconocida como un problema serio.