La senadora panista Adriana González Carrillo lamentó que en las negociaciones del ATT (Tratado sobre Comercio de Armas por sus siglas en inglés), los principales países productores y exportadores de armas hayan bloqueado un acuerdo para lograr la regulación de ese comercio en perjuicio de países como el nuestro, ya que dijo, las armas terminan en manos de los cárteles de la droga.
González Carrillo resaltó que México se destacó en las negociaciones llevadas a cabo el mes pasado, entre la comunidad de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos, “por ejercer un gran liderazgo entre los Estados afines que buscaban un Tratado fuerte e integral”.
La Legisladora mexiquense recordó que en el Tratado se propuso el establecimiento de nuevos estándares internacionales para regular el comercio, la importación, exportación y circulación de todas las armas y municiones tanto convencionales como de uso militar y policíaco, incluyendo también la compraventa de equipamiento y componentes.
Como se preveía, aseveró, el Tratado fue bloqueado por una minoría de países que a su vez constituyen las principales naciones productores y exportadores de armas y son las mismas naciones que impusieron la norma del consenso: Estados Unidos, Rusia y China, principalmente, quienes a pesar de sufrir los embates cotidianos del comercio irrestricto de armas – como el caso de Estados Unidos, con la reciente masacre del cine de Colorado– no son capaces de resistir las presiones de su poderosa industria armamentista.
“Muchos países, incluido el nuestro, frente a lo que sucede en los Estados Unidos, sufren los embates de un comercio indiscriminado mediante el cual tiendas de armas venden en cualquier cantidad, a cualquier comprador sin siquiera obligarle a integrar un registro”, agregó González Carrillo.
Por ejemplo, continuó, en México, las armas estadounidenses terminan en manos de los poderosos cárteles de la droga; en Ghana, las armas españolas terminan en manos de contrabandistas que a su vez las venden a los peores criminales en Nigeria.
La Senadora de Acción Nacional señaló que alrededor de un millón de las ocho millones de armas que se producen cada día en el mundo, --según cálculos de la ONU-- , se pierden o son robadas, por lo que normalmente terminan en manos equivocadas.
El denominado ATT tiene por objetivo discutir y negociar un acuerdo que podría transformar radicalmente el comercio mundial de armas y establecer por vez primera un instrumento internacional de regulación y registro, mismo que inició en 2006, cuando la Asamblea General de la ONU recogió la opinión de sus miembros sobre un convenio de esa naturaleza y con el establecimiento del grupo de expertos que presentó un informe sobre el particular en 2008, mencionó.
El diagnóstico, continuó, fue que la amplia disponibilidad de armas y municiones, así como la falta de un mecanismo global de regulación, han provocado transferencias irresponsables de las mismas, que han devenido en altos niveles de violencia, represión política, desplazamientos humanos un boicot permanente al desarrollo de regiones enteras de la geografía mundial, violaciones sistemáticas de los derechos humanos y toda clase de catástrofes humanitarias.
“Durante el combate global al terrorismo y al crimen organizado transnacional, todas las naciones del mundo han sufrido los impactos negativos de un comercio de armas convencionales sin regulación”, concluyó.