La senadora Dolores Padierna Lu na considera que al presidente Enrique Peña Nieto le falta mucho para cumplir la misión que festejó con la recaptura del delincuente Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, y dijo que esto se demuestra con la detención en España de otro delincuente, como lo es el ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés”.

Aquí sus palabras textuales: “La detención en el aeropuerto de Barajas, España, del ex gobernador de Coahuila y ex dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira, confirma una vez más que no puede haber “misión cumplida” del gobierno federal mexicano en el combate contra el crimen organizado cuando no se investigan aquí los delitos del lavado de dinero, cohecho, organización criminal y malversación de fondos.

“El caso de Humberto Moreira se convirtió en un escándalo, a raíz de la revelación en la prensa de Estados Unidos y de México, en 2011, por el presunto financiamiento ilegal durante su mandato en Coahuila; sin embargo, las autoridades mexicanas lo exoneraron en noviembre de 2012, en vísperas de que asumiera la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto.

“Constituye una vergüenza para las autoridades mexicanas que hayan sido las autoridades españolas las que hayan realizado una investigación en contra del ex gobernador de Coahuila. La UDEF de España (Unidad Especializada  en Delitos Financieros) detectó cientos de miles de dólares en cuentas de bancos españoles.

“Sólo en 10 meses de 2013 se encontraron transferencias por 200 mil euros. ¿Acaso las autoridades mexicanas no pudieron seguir esta misma línea de investigación en las transacciones de Moreira en México?

“El caso Moreira no es el único de presuntos casos de lavado de dinero. Ahí están los casos de Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, de Rodrigo Medina, ex mandatario de Nuevo León, y de Fidel Herrera, ex gobernador de Veracruz, “premiado” recientemente como cónsul mexicano en Barcelona.

“Es importante romper la ley de hierro de la impunidad y del encubrimiento que ha provocado en nuestro país una grave crisis de credibilidad y eficacia del Estado de Derecho.

“El caso de Moreira, junto con la detención de Joaquín Guzmán Loera, nos confirma que no basta apresar a capos del crimen organizado si no se investigan las redes de lavado y blanqueo de dinero”.