El vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jesús María Rodríguez Hernández, tomó protesta a los diputados que integran el Grupo de Trabajo para el seguimiento y evaluación del ejercicio del Presupuesto de Egresos 2012, en materia indígena.
El objetivo del grupo formado por integrantes de la Comisión de Asuntos Indígenas es vigilar, supervisar, evaluar y denunciar la aplicación presupuestal; sus observaciones y recomendaciones serán enviadas a la Auditoría Superior de la Federación y podrá citar a comparecer a servidores públicos.
Rodríguez Hernández manifestó que este grupo de trabajo buscará que se lleve a cabo un ejercicio puntual y oportuno de cada uno de los recursos canalizados a los programas indígenas para que lleguen con eficiencia y eficacia a las comunidades.
Dijo que los recursos públicos, que están programados y canalizados para darle respuesta a cada una de las comunidades, deben ser entregados con honestidad y honradez que permitan generar la confianza entre la sociedad y sus representantes.
El diputado Jorge Venustiano González Ilescas (PRI), presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas, afirmó que este grupo trabajará para que los recursos ayuden a superar las inequidades existentes en esos pueblos y comunidades.
Puntualizó que la población indígena concentra los indicadores más agudos de pobreza, marginación y los rangos más desfavorables de desarrollo humano. “Obtienen 15 por ciento menos ingreso que la población en general”.
Señaló que entre 2008 y 2010 aumentó la pobreza de la población indígena, a pesar de que en ese mismo periodo se incrementó la cobertura de servicios básicos.
Refirió que de acuerdo con la medición de pobreza 2010, el 79 por ciento de los indígenas se encuentran en situación de pobreza y el 40 por ciento en pobreza extrema; asimismo, 49 por ciento de la población indígena tiene rezago educativo, 27 por ciento de los jóvenes indígenas mayores de 15 años son analfabetas y sólo el uno por ciento acceden a educación superior.
Subrayó que alrededor del 20 por ciento de la población indígena queda excluida de cualquier circuito educativo, el 40.5 tiene carencia de alimentación y sólo el 16.5 por ciento cuenta con acceso a la seguridad social; el 51 por ciento tiene carencias de los servicios básicos de la vivienda.
La desigualdad entre indígenas y el resto de la población varía hasta en un 36 por ciento, con una tasa de ocupación indígena de 48 por ciento, de la cual 23 por ciento no percibe ingresos y 53.5 por ciento percibe ingresos menores a los salarios mínimos.