Al concluir hoy el Coloquio Internacional sobre la crisis climática: De Cancún a Durban y Río + 20, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC), movimientos sociales y redes civiles del Continente Americano y Europa denunciaron la irresponsabilidad y negligencia de los gobiernos industrializados y las instituciones internacionales por haber subordinado la defensa de los Derechos Fundamentales de los Pueblos a los intereses económicos y comerciales privados de las corporaciones (transnacionales).
En las conclusiones del coloquio, que se llevó a cabo los últimos dos días en el Museo de la Ciudad de México, también acusaron la complicidad de los gobiernos y de no aportar proposiciones reales de enfrentamiento al cambio climático, y exigieron que el Banco Mundial quede excluido totalmente del financiamiento de las medidas presuntamente destinadas a frenar el calentamiento global; “que no genere nuevas deudas financieras”
“El coloquio también ha desenmascarado las falacias de la economía verde que nos hablan de escenarios de crecimiento económico infinito que en términos materiales, creemos, que son absolutamente imposibles”, señala otro punto de las conclusiones.
En primera instancia Loyda Olivo, de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras del Ecuador e integrante de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas que es parte de la Vía Campesina, destacó el interés por trabajar en este tema que a todos los acongoja, que a todos nos debe juntar en función de que los afectados somos nosotros mismos. Por tanto trabajar por la vida, es trabajar por un clima mejor, es trabajar por la vida.
Tras referir la asistencia al Coloquio de integrantes de organizaciones sociales de diferentes países de Centro y Sudamérica, así como de Europa, Olivo hizo un balance de lo que fue Cancún 2010. Entre dos visiones, indicó que está la versión oficial que ubica como positivos avances los acuerdos tomados entre las partes, pero éstos se basan en mínimas concesiones de los gobiernos de los países económicamente más poderosos, las que se ven como irrisorias medidas de mitigación.
Hizo notar que para los movimientos sociales, el balance no es favorable en la lógica de que no sentimos que sean avances, ya que los acuerdos tomados no tienen carácter vinculante. Es decir, no tienen obligatoriedad para las partes. Porque, explicó, los límites establecidos para la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero son laxas y voluntarias, y tanto las promesas como los financiamientos acordados son muy pocos comparados con las grandes dimensiones de la crisis climática.
En segundo lugar los espacios de participación siguen siendo no adecuados, ya que se han centrado en actividades exclusivamente informativas. “Una cosa es que se te informe, y otra que se abran espacios de consulta y participación en la toma de decisiones. Si los pueblos somos los más afectados por los impactos del cambio climático, con mucha fuerza, firmeza exigimos ser consultados e incluidos en la de toma de decisiones en la construcción de alternativas de solución frente al cambio climático”.
Loyda Olivo llamó a los movimientos a juntar fuerzas e ideas para, conjuntamente, accionar en la consecución de las soluciones reales y verdaderas para darle con fuerza a este problema, que es asunto de todos y de todas; que afecta con más furia a los campesinos y campesinas, a los sectores rurales de todos los países. Y a los gobiernos los exhortó a tomar más conciencia, porque nos toca hacer alianzas tanto políticas como económicas. Pisar en firme, pisar en tierra. Es tiempo de diálogo apoyado de muchas acciones positivas”, terminó.
Por su parte Brid Brennan, del Transnacional Istitute de Holanda, abordó el estado actual de las negociaciones oficiales que guarda el problema del cambio climático. Calificó de muy seria la cuestión del cambio climático, al tiempo de advertir sobre el poder destructivo que las transnacionales europeas provocan en América Latina.
Sostuvo que los resultados de Cancún y las negociaciones ya realizadas en Bangkok (Thailandia) y Bonn (Alemania), a lo largo de este año, permiten estimar que, desde la perspectiva de los pueblos del mundo, no va a salir ninguno acuerdo real para frenar el cambio climático. “Tampoco los países desarrollados van a aprobar el segundo periodo del compromiso de Kyoto ni comprometerse a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero”, subrayó.
Enfatizó respecto a que las corporaciones transnacionales, que son las más responsables por el calentamiento global y por la expoliación de los recursos naturales de los territorios del Sur global, como en México, y que las instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial, capturan las negociaciones del clima.
Brennan también dejó claro que frente a la complicidad de los gobiernos y de no aportar proposiciones reales de enfrentamiento al cambio climático, estos consiguen promover soluciones de mercado que se van tornando constantes en los resultados de las negociaciones, intensificando los efectos del cambio climático y los impactos al planeta y a los pueblos.
“Denunciamos la irresponsabilidad y negligencia de los gobiernos industrializados y las instituciones internacionales por haber subordinado la defensa de los Derechos Fundamentales de los Pueblos a los intereses económicos y comerciales privados de las corporaciones”.
Especificó que la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático promueve en algunos casos políticas tan negativas como los propios impactos del calentamiento global como, por ejemplo con los mecanismos de desarrollo limpio o los mercados de carbono, que en el caso de México suponen violaciones a los Derechos Humanos por parte de empresas energéticas europeas como Iberdrola, Enel/Endesa, FCC con megaproyectos eléctricos.
“Estamos en una crisis grave global. Estamos también, sin duda, en una era del gran poder de las corporaciones. Nuestro gran desafío, que no es fácil, es retomar y reclamar la agenda oficial y las iniciativas de construir nuestro poder y fuerza desde abajo y mostrar que frente a este modelo neoliberal y destructivo, hay alternativas. Este es el mensaje que voy a compartir con nuestras redes, organizaciones y movimientos sociales en Europa”, abundó Brid Brennan.
A su vez Rossan Bertoti, de la Central Unitaria de Trabajadores de Brasil, se refirió también a las negociaciones oficiales por cuanto corresponde a la reunión de Durban y Río + 20. Propuso un proceso desde abajo, desde los pueblos, aprendiendo de lo local y de manera participativa que presione por medio de la movilización y en diálogo con los gobiernos progresistas para obtener resultados concretos en el cumplimiento de nuestra agenda y expectativas.
En ese sentido, dijo, consideramos muy importante para los movimientos los eventos que se van a desarrollar en los próximos meses, comenzando por la celebración de las negociaciones oficiales de Naciones Unidas en torno al cambio climático (COP17) que se celebran entre noviembre y diciembre en Durban, Sudáfrica. Asimismo la realización de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (Rio+20) que se celebrará en Río de Janeiro, Brasil, en junio de 2012.
Persistimos en la construcción de un movimiento mundial de los pueblos en defensa de la Madre Tierra, tal y como se recoge en el Acuerdo de los Pueblos de la cumbre celebrada en Cochabamba (Bolivia) en abril de 2010, y apoyamos la celebración de una segunda Cumbre Mundial de los Pueblos en Defensa de la Madre Tierra. Simultáneamente respecto de los procesos y eventos oficiales, seguiremos luchando tanto a nível global como local por la justicia climática, como parte de los cambios sociales que exige la situación de crisis global que vivimos.
En su turno Luis Vitor, de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, señaló que “una primera consideración que tenemos es que no podemos confiarnos en las negociaciones internacionales sobre el cambio climático, porque los gobiernos que más han contribuido con el calentamiento global se han plegado totalmente a los intereses neoliberales de los mercados financieros y no han, hasta ahora, mostrado ninguna voluntad política para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero”.
Por eso llamamos a los pueblos del mundo a aumentar la presión tanto en el nivel local como en el nivel nacional, para frenar la crisis ambiental y climática que vivimos actualmente. Demandamos a los gobiernos, a los estados que nos devuelvan, y que devuelvan a los ciudadanos su poder para participar y contribuir a una transición justa, ordenada y consensuada de los conflictos, desequilibrios e impactos que vivimos a consecuencia del actual modelo de producción y consumo.
Asimismo, agregó Luis Vitor, exigimos a los gobiernos a que consensuen en la próxima conferencia de partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático a realizarse entre noviembre y diciembre en Durban, Sudáfrica, a lograr un acuerdo justo, ambicioso, obligatorio y vinculante bajo los principios de la justicia climática que defendemos los movimientos populares y las organizaciones sociales a nivel mundial.
Por lo mismo consideramos que un acuerdo en Durban debe incluir el compromiso de los países más contaminante de reducir sus emisiones en un 40 por ciento para el año 2020 esto en relación con sus cifras de 1990. Los países más contaminadores también deben aportar un 6 por ciento de su producto interno bruto a un fondo global de lucha contra el cambio climático y que se aplique un impuesto a las transacciones financieras internacionales para aportar a este fondo.
En este mismo sentido exigimos que el Banco Mundial quede excluido totalmente del financiamiento de las medidas para frenar el calentamiento global, que no genere nuevas deudas financieras y que sean las comunidades más afectadas quienes decidan sobre el reparto justo de estas reparaciones de la deuda climática de los países enriquecidos por los países menos responsables por el calentamiento global.
“El coloquio también ha desenmascarado las falacias de la economía verde que nos hablan de escenarios de crecimiento económico infinito que en términos materiales, creemos, que son absolutamente imposibles. No creemos en soluciones como REDD o REDD Plus que solo causarían el desplazamiento de campesinos e indígenas de sus territorios, en cambio reivindicamos políticas públicas basadas en la justicia social y ambiental, en la cooperación y en la defensa de los servicios y bienes públicos”.
Apoyamos políticas que crean millones de empleos dignos con programas de lucha contra el cambio climático y la pobreza. Asimismo en la recuperación de los ecosistemas destruidos y la biodiversidad. Apoyamos las políticas que recuperen la relación recíproca de la humanidad con la naturaleza, tal como lo plantean los pueblos indígenas. Reafirmamos nuestro llamado a los movimientos sociales a construir la unidad en la diversidad y saludamos la articulación que han tenido para organizar coloquio. Creemos firmemente que estas perspectivas que planteamos nosotros y que hemos compartido en estos días, solo serán posibles si todos y todas caminamos juntos, reiteró Luis Vitor.
Para terminar el secretario técnico de RMALC, Marco Antonio Velázquez subrayó que el coloquio fue organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana y la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio con la colaboración de gran cantidad de redes sociales internacionales y organizaciones sociales que en México estamos preocupados sobre el futuro de la humanidad, sobre el grave problema del calentamiento global.
El objetivo de este coloquio fue el de promover en la opinión pública nacional, en México, la preocupación sobre este gravísimo problema que significa el cambio climático. Pensamos que es necesario que más gente esté enterada, informada de las consecuencias que está trayendo este problema global, pero también que conozca cuáles son las causas, cómo se relaciona este problema del cambio climático con la vida cotidiana en las comunidades rurales, también en las grandes ciudades, como la bella ciudad de México.
Ha sido un primer objetivo que esperamos haber logrado cubrir de alguna manera, pero el otro objetivo es que a partir de este coloquio continuar la relación y profundizar los acuerdos y alianzas entre redes sociales que en todo el mundo estamos preocupados sobre este problema; organizaciones sindicales, organizaciones campesinas, organizaciones indígenas, de mujeres, de todos los sectores sociales porque a todos los sectores sociales nos afecta el cambio climático.
Sabemos, aclaró Velázquez Navarrete, que no es que a partir de este coloquio tengamos resueltos todos los problemas de alianzas de coordinación y demás, es un paso más para avanzar en estas alianzas. Entonces teniendo presente estos objetivos para los que fue convocado este coloquio que además de organizaciones sociales, buscó vincular a la academia. Necesitamos profundizar la relación entre los profesores, los estudiantes, las organizaciones sociales y las redes internacionales que están preocupadas sobre el cambio climático.
Participaron en el Coloquio Internacional sobre la crisis climática: De Cancún a Durban y Río + 20, dirigentes y representantes de las redes Internacionales:
Red Brasileña por la Integración de los Pueblos, Ecologistas en Acción de España, Fronteras Comunes de Canadá, Unión Nacional Ecológica
Salvadoreña de El Salvador-integrante de la Campaña Mesoamericana por la Justicia Climática, Alianza Social Continental fundamentalmente de su Secretaría Continental que ocupa la Red Colombiana Frente al Libre Comercio (RECALCA) con sede en Bogotá, Coordinadora Internacional Jubileo Sur, Fundación Henrich Böll-Oficina Regional para México, Centroamérica y El Caribe, Oxfam México, Central Sindical de Trabajadoras y Trabajadores de las Américas, Central Unitaria de Trabajadores de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, Fenosin, Cloc-Vía Campesina de Ecuador, Transnacional Institute con sede en Amsterdam que es una de las principales organizaciones promotoras de la Red Birregional Social “Enlazando Alternativas” (que reúne redes sociales de Europa y América Latina), Grasnus Global Justice de Estados Unidos, Movimiento Social Boliviano.
Redes y Organizaciones Nacionales:
Otros Mundos de Chiapas (referente Amigos de la Tierra en México), Red Mocaf, Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo de Oaxaca (integrante de la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos), Movimiento Urbano Popular de la Convención Nacional Democrática, Frente Democrático Campesino de Chihuahua, Green Peace México, Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, Colectivo Ecologista de Jalisco, Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota de Guerrero, Red Mexicana de Afectados por la Minería (representaciones del Distrito Federal y San Luis Potosí), Red la Vida de Veracruz, Red por la Justicia Climática de Tabasco, Red de Género y Economía, Unión Popular Valle Gómez (DF), Movimiento Agrario Indígena Zapatista (representaciones del DF, Puebla y Oaxaca), Frente Auténtico del Trabajo, Sindicato Independiente y Democrático de Trabajadores de Pesca y Acuacultura.