El crecimiento económico sin límite alguno comienza a encontrar límites ecológicos insuperables: el desorden climático; el final de la alimentación, del petróleo, de los metales, baratos; la muerte de los mares, los ríos, los glaciares, los humedales; la insólita desaparición de especies a gran velocidad; el desplome de la calidad de vida en las ciudades. Los efectos locales provocados por estas urgencias mundiales hacen sonar todas las alarmas de las comunidades, pueblos y grupos sociales más afectados por estas consecuencias, e inquietan mucho a los científicos y ciudadanos conscientes. Al parecer, existe sólo un 50% de probabilidades de que la especie humana sobreviva este siglo (Sir Martin Rees, Newton Chair, Cambridge); algunos importantes toxicólogos (Dr. Dominque Belpomme, París, Las enfermedades creadas por el hombre) estiman que la esterilidad general masculina tendrá lugar hacia el 2060. Sabemos que nos precipitamos al abismo, pero, no queremos ocuparnos de ello. Una esquizofrenia total invade a los poderosos de la Tierra: Miran hacia afuera cuando tienen el incendio en casa.

Para ofrecer a todo el mundo el estilo de vida de los estadounidenses se requieren seis planetas Tierra y para el modo de vida de los europeos se necesitan tres. Sin embargo, los bomberos- piro maniacos; es decir: los políticos del Norte, con los señores Obama, Merkel, Cameron, Harper, Sarkosy, Hu Jintao, a la cabeza, han afirmado que la salida a la crisis de crecimiento consiste en conseguir más crecimiento; que la salida a la guerra consiste en hacer más la guerra. George W Bush no se cansó de afirmar: “el crecimiento es la solución y no el problema” y repitió una y otra vez el encantamiento perverso de los financieros: ¡Crecimiento!, ¡Crecimiento!, ¡Crecimiento!, como la única solución a los problemas ambientales y sociales del mundo.

Lamentablemente, demasiados políticos, empresarios y académicos, de virtualmente todos los países, tratan de superarse en la aplicación de esta vieja y nociva receta desarrollista, impuesta hace muchas décadas por los poderosos del mundo y que no ha sido rechazada por la izquierda internacional, los socialistas, los comunistas, los Verdes, incluyendo a los alter mundistas.

En el fondo, los capitalistas han conseguido convencer a la gran mayoría de los ciudadanos de que el crecimiento económico es la solución a todos los problemas, a pesar de que no hay evidencia alguna de que así sea. Sin embargo, las cosas empiezan a cambiar en el mundo y la bandera del descrecimiento ha tomado fuerza en los últimos años.

Algunos estudiosos internacionales empiezan a considerar que un cambio radical de política económica es una necesidad absoluta y que vale la pena apostar por el descrecimiento sereno, como una elección social voluntaria; por un movimiento internacional por el descrecimiento, unificador de las resistencias sociales ante el Sistema que hace a todo mundo infeliz.

Frente a la miseria extrema que empieza a dominar en el campo de los países saqueados, como México y en las ciudades de todo el mundo; ante la abundancia de datos y evidencias que confirman el desquiciamiento avanzado de los ecosistemas planetarios; ante la creciente ola de angustia, stress, depresión, crisis nerviosas de las clases trabajadoras ; el disparo en la tasa de suicidios, en el consumo de drogas, calmantes y psicotrópicos; en la violencia intrafamiliar, escolar, laboral, económica y política.

Frente a la militarización de la vida, la sobre vigilancia en todas las actividades cotidianas, las competencias extremas, brutales, la excesiva crueldad y maltrato con los animales; ante la percepción del desfondamiento de la persona humana entre los más ricos y poderosos y entre los más pobres, cada día con más fuerza resuena un grito en varios países: ¡degrowth! en Inglaterra, EUA, Australia, Canadá, Dinamarca o, ¡decroissance sereine! en Francia o, ¡decrescita felice! en Italia o, ¡decrecimiento!, en España o, ¡descrecimiento!, en México, como la mejor respuesta a esta situación de locura colectiva que niega el inminente colapso ecológico, social, económico y político de las sociedades modernas.

En 2005, se celebró en París la primera conferencia internacional sobre la Decroissance; en 2010, se celebró en la Universidad de Barcelona la 2nd Conference on Economic Degrowth. Entre el 13 y 19 de mayo de 2012 tendrá lugar la Primera Conferencia Internacional sobre Decrecimiento de las Américas, Montreal, Canadá 2012- Montreal International Conference on Degrowth in the Americas from May 13-19, 2012. http://montreal.degrowth.org/

En Venecia, entre el 19 y el 23 de septiembre de 2012, tendrá lugar la Tercera Conferencia Internacional sobre Decrecimiento para la Sustentabilidad Ecológica y la Equidad Social: 3rd International Conference on Degrowth for Ecological Sustainability and Social Equity. Venice (Italy), 19th-23rd September 2012: THE GREAT TRANSITION: Degrowth as a passage of civilization. http://www.venezia.degrowth.org/

En México, se han celebrado desde 2007 seis coloquios, un seminario y diversas actividades de descrecimiento, coordinados por ECOMUNIDADES.

Participamos con talleres de descrecimiento tanto en la Cumbre del Clima de los Pueblos, el Klimaforum09 de Copenhague, paralelo a la COP-15 de las Naciones Unidas, como en la COP-16 de Cancún, en el Klimaforum10. http://red-ecomunidades.blogspot.com/

Los invitamos a conocer los textos que se escriben en el mundo sobre decroissance, degrowth, decrescita, decrecimiento, descrecimiento; a reflexionar sobre las posibilidades que abren estas ideas, y a participar activamente en las actividades internacionales relacionadas con esta bandera política que unifica a una gran variedad de iniciativas locales.