La Comisión de Salud analiza una iniciativa que reforma el artículo 115 de la Ley General de Salud, para establecer la obligatoriedad de enriquecer y fortalecer con micronutrientes la masa de maíz nixtamalada.
En la propuesta, que impulsan diputados del grupo parlamentario del PRI, se explica que actualmente las harinas industrializadas de trigo y maíz, por ley, se deben fortificar; no obstante, la mayor parte de la producción de tortilla se realiza con el método tradicional de la masa nixtamalada, la cual no está incluida en dicha legislación.
Precisa que la tortilla de maíz es de alto consumo en todo el país, sobre todo por los grupos más marginados, para quienes puede llegar a ser el mayor proveedor de energía y nutrientes; ante ello, se requiere agregarle nutrientes para garantizar un buen desarrollo físico.
Argumenta que miles de niños crecen sin acceso a las dosis necesarias de hierro, zinc y ácido fólico, lo que limita su desarrollo, que abarca desde un menor crecimiento y fortaleza física hasta la disminución en su capacidad mental.
Detalla que hasta principios de 2011 sólo un 47 por ciento de las tortillas producidas industrialmente estaban nutrificadas, no así las hechas a partir de nixtamal fresco, lo que significa que menos de la mitad de la población recibe el beneficio de las mejoras nutricionales de este producto.
En ese sentido, afirma que la tortilla elaborada con harina de maíz nixtamalizado tiene su mercado mayoritario en las zonas urbanas, lo que significa que en las zonas rurales o urbanas marginadas, que es donde más se requiere complementar la alimentación, no se recibe el beneficio de un producto fortificado.
Enriquecer con micronutrientes la alimentación de la población a través de la tortilla no solamente es correcto, sino necesario, particularmente para las familias que sufren carencias nutricionales, cita la iniciativa.
Con esta modificación de ley, la Secretaría de Salud tendrá a su cargo establecer las necesidades nutritivas que deban satisfacer los cuadros básicos de alimentos. Tratándose de las harinas industrializadas de trigo, maíz y de masa de maíz nixtamalada se exigirá la fortificación, indicándose los nutrientes y las cantidades que deberán incluirse.
Se precisa que diversos estudios han demostrado que las tortillas fortificadas tienen tres veces más tiamina, niacina y zinc; cuatro veces hierro y riboflavina; cinco veces ácido fólico que las tortillas regulares.
Subraya que además de los beneficios nutricionales el precio de la tortilla fortificada muestra sólo un pequeño incremento, ya que sólo existe una inversión inicial en la máquina y el costo de los aditivos es reducido.