*Denuncia de sexoservidora que nadie escucha

Un angustiante grito de ayuda social circula por la Internet en México que es brutalmente ignorado por la mayoría de los medios de comunicación, a pesar del dramático escenario que describe una sexoservidora que atestigua la forma en que la delincuencia se está apoderando de la juventud y las mujeres desempleadas para envolverlas en la más cruel de las desgracias.

Aquí las palabras textuales con que esta mujer reseña el infierno que viven cada vez más féminas en los límites del Distrito Federal y Estado de México, donde también se está proliferando intencionalmente el virus del Sida. Urge que sea escuchada por los padres de familia, porque lamentablemente las autoridades son cómplices por las dádivas que reciben, a pesar de que se trata de un cada vez más tronante grito de alerta social: “Yo soy una sexoservidora que actualmente trabaja en Naucalpan, en el bar Las Trancas y El Sombrero ubicados en Av. San Esteban, pero he trabajado en antros de la ciudad de México, en Eje Central (El Azteca, Estudio 54) Salto del Agua (Savoy, Bar El Miramar, en el metro Juárez) La Mordida, en el metro Mixuca y en el Diamante en Ajusco Picacho, en estos lugares básicamente.

“Con tristeza veo día a día como mueren soldados, marinos y policías, así como gente inocente por la lucha contra el narcotráfico, mas sin embargo todo esto es inútil, pues todos los giros negros, prostíbulos disfrazados como bares, y tabledance y cualquier lugar donde existan damas de salón para atender a los clientes, son operados por el narcotráfico.

“Aunque quizás para ustedes es conocida la forma de operar. Aun así les comento la situación de estos lugares. Actualmente estos giros están contratando a damas con el virus del VIH a propósito para el contagio intencional del cliente.

“Es nuestro trabajo en estos lugares ofrecer y vender droga a los clientes, se nos obliga a tener relaciones sexuales dentro y fuera de los establecimientos sin protección alguna (preservativos o en su defecto preservativo en mal estado). Nos obligan a ganarnos la confianza del cliente para conseguir información del cliente de domicilio, tarjetas bancarias e información laboral para poder después extorsionar o secuestrar.

“Aquí, en estos lugares, es donde se llevan a cabo las mayores operaciones de ventas de drogas, lavado de dinero, y trata de personas, pues la mayoría de las damas que aquí trabajamos estamos de igual manera amenazadas por medio de nuestras familias, he intentado presentar denuncias tanto en el Distrito Federal, como en el Estado de México, pero es inútil porque altos funcionarios pasan cada quincena por su mesada.

“Actualmente estoy trabajando en Naucalpan, en el bar Las Trancas y en el bar El Sombrero, aquí es lo mismo o yo diría quizás un poco peor de lo contado arriba, además aquí ahora se nos manda a volantear en las escuelas de secundarias de la zona a ofrecer nuestros servicios y droga a los niños de secundaria, así como a contactar a las niñas para invitarlas a trabajar con nosotras.

“De todo esto se ha presentado denuncia en Naucalpan y solo he conseguido amenazas por parte de los sub directores de policía de las zonas, los señores moreno Díaz y Jorge Chávez Domínguez.

“Y peor aun, pues aunque la presidenta municipal de Naucalpan, la señora Azucena Olivares, está enterada de esta situación, en vez de recibir su apoyo hemos recibido solo amenazas por parte de ella.

“Nuevamente les pido una gran disculpa por molestarlos con esto, pero creo que lo peor que puedo hacer es quedarme callada. Si en algo puedo ayudar a la sociedad, es denunciando esto ante ustedes.

“Recuerden hombres calenturientos que cada vez que nos visitan o aceptan vernos por fuera, ahora tienen el 80 por ciento más de posibilidades de contagiarse de sida, que cada copa, ficha, o privado que nos pagan, es dinero que va íntegro a las manos de la familia michoacana.

“Recuerden que ahora ni en las secundarias sus hijos están seguros. Recuerden que cuando escuchen de algún secuestro o extorsión es posible que la información obtenida haya salido de algún bar o tabledance, que si alguna de sus hijas desaparece, es posible que esté trabajando en contra de su voluntad en un lugar de estos.

“Quedarnos callados es ser cómplice de los narcos que poco a poco van tomando más poder en el centro del país, que al quedarse callados son inútiles todas las muertes de soldados y marinos, así como de policías.

“Sé que todos tenemos el derecho a la duda, pero si alguien quiere ayudarme con esto, distribuyan esta información hasta donde más puedan que Dios se los agradecerá”.

Son palabras textuales de angustiada mujer que deben ser asimiladas para la reflexión, porque ¿no es brutal lo que está ocurriendo en esta zona, la más poblada del país?