Por Guillermo Pimentel Balderas
Juan Arizmendi Hernández, presidente de la Unión Nacional de Productores Pecuarios, A. C., denunció que la importación de quesos desplazan la producción nacional de leche en alrededor de 800 millones de litros al año, además de que es una competencia desleal al amparo de las autoridades de las Secretarias de Hacienda y Agricultura.
En entrevista, Arizmendi Hernández señaló que cada año entran al país 80 mil toneladas de quesos de Uruguay y Argentina, principalmente, que se traducen en 800 millones de litros de lácteo no comercializados en México.
“Viene a ser una competencia desleal en nuestro país, que además de perjudicar y desplazar la producción lechera, quita miles de empleos para mexicanos, pues como es un producto terminado de importación no genera mano de obra nacional”, apuntó.
El líder de los productores pecuarios del país indicó que han pedido a Liconsa reciba más leche, de los 720 millones de litros que compra actualmente, que es casi la misma cantidad que se importa en quesos. Lamentó que en lugar de apoyarlos, las autoridades correspondientes prefieren autorizar más adquisiciones extranjeras de lácteos, ya sean terminados o en fórmulas.
“Creo que si nosotros buscamos la forma de que vengan menos quesos de otros países, podremos darles más oportunidades de empleo a miles de mexicanos”, precisó.
Arizmendi Hernández, mencionó que actualmente se calcula un déficit lechero en una tercera parte; es decir, explicó, alrededor de 3 mil millones 300 mil litros, ya que nuestra producción es de 10,700 millones de litros anuales, y se consumen arriba de 14 mil millones.
“Son más de 200 mil productores lecheros lo que se encuentran en una situación difícil con la posibilidad de que pierdan sus animales por falta de alimento para sus vacas y seguir produciendo”, dijo.
Refirió que actualmente para sobrevivir, algunos productores han vendido sus animales y otros con la esperanza de que se solucione este problema, porque ya ansían el cambio de gobierno para que puedan tener felices fiestas de fin de año y tener cenas de Navidad y de Año Nuevo, o cuando menos una de las dos.
“No se ha atendido debidamente este problema para darle un cauce de desarrollo progresivo, por lo que hay la esperanza de que el próximo Gobierno que encabezará Enrique Peña Nieto, observe y atienda la productividad en este sector, así como desarrollarlo más”, puntualizó.
Sin duda, afirmó que uno de los productos alimenticios más importantes para la dieta del ser humano es la leche y tener vacas lecheras y dedicarse a este negocio es muy difícil, lo que significa atender a los animales desde muy temprano y alimentarlos en proporciones adecuadas para que rindan.
“Estamos sumergidos en una crisis lechera, primero por el problema en el alza en el precio de los granos, pero también por la sequia que hizo se incrementara el precio del maíz amarillo y bajó el consumo, por lo cual hubo necesidad de importar y fue a precios internacionales con pérdidas para los ganaderos, principalmente sociales”, explicó.
Sin embargo, lamentó que el precio de la leche, comprado al productor, no ha aumentado lo suficiente como para sortear las pérdidas por el incremento del maíz amarillo, por lo tanto aseguró que “la actividad de la producción lechera es incosteable”.
Agregó: “Creo que el próximo gobierno necesita hacer un estudio muy concienzudo de la problemática nacional lechera, para tenerlo en cuenta en su política de acción de desarrollo agropecuario y rural, para ponerle objetivos de autosuficiencia. Saber en cuantos años vamos a ser autosuficientes; cada año cuanto avanzaríamos, cuales son las metas anuales y, que es lo que tenemos que hacer, ya que la autosuficiencia alimentaria debe ser artífice del próximo gobierno, pues nos expande más la libertad de los mexicanos”, subrayó.
Advirtió que hay que rescatar la producción lechera del país antes de que sea demasiado tarde, por ello aseguró que es imprescindible que Peña Nieto ponga los ojos en este sector, que ha sido muy vapuleado, tanto por las inclemencias del clima, sus fenómenos como la sequía, así como por la falta de apoyos de parte de las dependencias encargadas en favorecer a este sector, como son Sagarpa, Economía y Hacienda, principalmente.
“Es un deber atender la industria lechera y buscar su rescate lo más pronto posible, y sobre todo, su desarrollo, con la meta futura de que sea autosuficiente para las necesidades del país”, acotó.
El líder pecuario consideró que la situación es trágica pero que hay esperanzas de que el Presidente Electo de México ponga a las personas adecuadas en las dependencias que apoyan al agro y la ganadería nacional, con conocimientos y con acciones, además que no les tiemble la mano para tomar las decisiones y llevar a buen término este problema.
“Creo que sí hay los instrumentos necesarios, únicamente hay que saber manipularlos adecuadamente”, enfatizó.