Millones de toneladas
Es indispensable impulsar a sectores agrícolas con alto potencial de crecimiento, como el de las oleaginosas (soya, ajonjolí, canola, cártamo y girasol), del que México es consumidor e importador neto, pues en 2014 se importaron 5.5 millones de toneladas, mientras que la producción nacional sólo alcanzó 440 mil toneladas, señaló la diputada Zita Beatriz Pazzi Maza.
Mencionó que por cada peso que se utiliza en la importación de productos agroalimentarios, 25 centavos se van a la compra de oleaginosas en el exterior, de acuerdo con datos del Banco de México.
Por ello, propuso exhortar a las secretarías de Economía y de Hacienda y Crédito Público a que realicen un estudio sobre viabilidad de promover un paquete de política arancelaria de mayor impacto a la importación a los granos y semillas oleaginosas provenientes de países que no tienen tratado de libre comercio (TLC) con México, y así impulsar al sector industrial y agroalimentario en el consumo primario de la producción interna de esos productos.
La diputada Pazzi Maza argumentó que el artículo 131 de la Carta Magna permite a la Federación gravar las mercancías que se importan; por tal motivo, urgió a que las compras de oleaginosas con países que no cuenten un TLC con México, se les aplique un impuesto desde una política arancelaria que permita la estabilidad y crecimiento de la producción nacional.
Recordó que, desde 2003, la importación de oleaginosas ha dado igualdad de oportunidades a las naciones con los que México no tiene un TLC, como Argentina, Brasil, China, Paraguay, Polonia, India, Ucrania, Nigeria, Bolivia, Kenia, Etiopia, Indonesia, Sudán, Turquía y Taiwán. Desde entonces han ingresado al país millones de toneladas que merman la producción nacional.
De generarse una política arancelaria de mayor impacto específico para la importación de oleaginosas provenientes de países sin TLC con México, se estaría en la posibilidad de obtener una recaudación mayor de recursos que podrían aplicarse al impulso del crecimiento de este sector.
Zita Beatriz Pazzi puntualizó que el impacto social se reflejaría al corto y mediano plazo en los 21 estados del país con sembradíos de oleaginosas, es decir, que se aumentaría el número de productores al encontrar un área de oportunidad que les permita mejores ingresos, y así revertir la balanza de importaciones.
Sostuvo que el objetivo es que las autoridades analicen la posibilidad de aplicar medidas para el aumento en la producción y productividad de los cultivos de oleaginosas.
Se puede lograr, dijo, a través de la participación de estos productos en el abasto nacional y aumentar éste de 8 por ciento actual a un estimado de 14.6 por ciento en 2016; 22.6 por ciento en 2018; 29 por ciento en 2020, y 46 por ciento en 2030, de acuerdo con las proyecciones realizadas por el Comité Nacional Sistema-Producto Oleaginosas (Conasipro).
“Es preciso que el gobierno analice la posibilidad de aplicar medidas arancelarias, con el objeto de impulsar el desarrollo agrícola respecto de los productos oleaginosos y con ello la economía de millones de mexicanos”, abundó.