Senadores panistas criticaron con dureza el incremento de 3 por ciento a las gasolinas que se cobrará a partir de enero de 2015, derivado de la aplicación de la Ley de Ingresos aprobada por el Congreso, y se fueron a la yugular del presidente Enrique Peña Nieto, al acusarlo de mentiroso.

“Esto es una muestra más de las mentiras y errores del gobierno que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto y un atentado contra el bolsillo de millones de familias y empresas”, expresaron los legisladores azules.

Para la senadora Marcela Torres Peimbert, el dictamen aprobado hace unos días y que contiene dicho incremento en las gasolinas Magna y Premium, “justificándose en que equivale al incremento en la inflación, es un argumento que ya no se justifica más”.

El aumento de este energético, dijo Torres Peimbert, en un principio se debía al diferencial de precios que existía respecto al mercado de Estados Unidos, pero ahora el costo de éste es menor en ese país que en México, por lo que queda en evidencia el carácter exclusivamente recaudatorio a costa del patrimonio de familias mexicanas y que además, insistió la legisladora, va en contra de las aspiraciones legítimas de las y los ciudadanos.

Puntualizó que el incremento que se aplicará en enero de 2015 al combustible, afectará tanto a la economía familiar y “restará competitividad a las empresas mexicanas en un país en donde el gobierno debe de ser el primer impulsor de mejorar los niveles de vida y no quien los obstaculice”.

Por su parte, el también senador panista Héctor Larios Córdova señaló que el propósito del incremento gradual de las gasolinas se alcanzó en noviembre de 2013, cuando se igualó el precio de la gasolina en México con el precio de Estados Unidos.

“Como en este país producimos petróleo, lo exportamos crudo, y luego lo importamos convertido en refinados, entre ellos el 100 por ciento de la gasolina Premium, la importamos de Estados Unidos, y más de la mitad o aproximadamente la mitad de la gasolina que no es Premium también la importamos, de tal manera que nuestros costos son los costos de la gasolina de Estados Unidos antes de los impuestos que se cobran en ese país”, explicó.

Desde noviembre de 2013 se igualaron los precios, así que ya no hacía falta deslizar, pero el gobierno lo vio con ánimo de obtención de recursos fiscales, y el Presidente Peña propuso al Congreso, en el mismo mes de noviembre, crear un nuevo impuesto a la gasolina, que ya tenía tres impuestos, ahora tiene cuatro, afirmó Larios Córdova.

“¿Qué impuestos paga la gasolina? La gasolina paga, en primer lugar un impuesto para los estados de 32 centavos por litro; paga, además, impuesto a las emisiones de carbono; paga el IVA, todo litro de gasolina, todo litro de diésel paga el 16 por ciento de IVA, antes en la frontera pagaba el 6 por ciento de IVA; y paga adicionalmente un impuesto que verdaderamente es una entelequia fiscal, el Impuesto Especial de Productos y Servicios (IEPS), y es una entelequia porque se calcula de una manera verdaderamente sofisticada”, señaló el Presidente de la Comisión de Comercio y Fomento Industrial.

Además, dijo Larios Córdova, “todo este año no ha habido un subsidio para las gasolinas, por cada litro de combustible el gobierno ha ganado los 32 centavos de los estados, el impuesto que se estableció a las emisiones de carbono, el IVA y un pedazo del IEPS; y ahora, nos dicen, por generosidad del Presidente, ya no van a subir más que una vez, al principio del año”.

A su vez, el senador Francisco Salvador López Brito sostuvo que el incremento es un atentado contra el bolsillo de millones de familias, empresas e industrias de México, y refleja una gran insensibilidad y desconocimiento de las condiciones de pobreza que viven muchos mexicanos, que tendrán que hacer frente al aumento en su transportación, entre otros bienes y servicios.

Por todo ello los senadores del PAN manifiestan su rechazo a la imposición que se quiere hacer el Gobierno federal para aumentar gasolina y diésel, ya que va en detrimento de la economía familiar de millones de mexicanos, y “traerá como consecuencia un efecto dominó, debido a que la gasolina constituye el motor del aparato productivo del país”.

Si bien es cierto que por muchos años se justificó la política pública de deslizamiento en el precio de combustible de manera periódica, cuyo objetivo era alinear los precios en México a los observados internacionalmente y preservar la salud de las finanzas públicas, ahora de qué manera se justificará ante los ciudadanos que la gasolina en nuestra nación sea más cara que en los Estados Unidos, ya que actualmente cuesta un 9.5 por ciento más.

Un estudio de Canacintra, refirió López Brito, asegura que tan sólo con la política de los gasolinazos han visto afectada su productividad hasta en un 3 por ciento, además de tener registrado aumento en los fletes, lo cual a su vez incrementa de un 10 a un 15 por ciento los costos de producción en detrimento de la economía del consumidor final y es claramente un factor inflacionario importante.

El autotransporte es un factor muy importante en el desarrollo económico de México, ya que mueve aproximadamente el 80 por ciento de la carga de bienes en nuestro país; constituye el factor fundamental para el desarrollo económico, ya que por su facilidad de acceso a los diferentes rincones de nuestro territorio resulta insustituible en los procesos de producción, distribución y consumo, indicó.

“El aumento de las gasolinas va a repercutir directamente sobre el transporte, sobre taxis, cobro de fletes, bienes y servicios, de igual manera podrá incidir a que aumente más la inflación y lo que es peor, los bajos salarios no van a alcanzar para pagar todo estos aumentos”, concluyó López Brito.