La gran mayoría de los sitios arqueológicos y naturales de México son potencial atractivo para el turismo internacional que deja enorme derrama económica en divisas, pero de nada de ello se benefician los indígena que viven en esos lugares y por el contrario, son las comunidades más desprotegidas, explotadas y sometidas a todo tipo de violencia.
“Son tierras que les pertenece a estos grupos de mexicanos, porque además de que las trabajan, las procuran para producir riqueza turística y nadie se los reconoce”, reprochó desde la tribuna legislativa la diputada Aída Valencia Ramírez.
Añadió que México es un país donde las actividades económicas principales son el sector energético y el turismo. Y por esta razón resulta difícil pensar de manera aislada entre lo que es el desarrollo del país, las políticas públicas y las actividades turísticas.
“No basta generar instrumentos legales para la preservación y protección del medio ambiente y tampoco debe importar más que sean beneficiados unos cuanto dejando a un lado lo que verdaderamente importa, que es el respeto a la tierra y el respeto a las sociedades que en ella habitan”, expresó.
Consideró importante dejar claro que no solamente es darle más instrumentos legales a nuestra legislación, sino obligar al respeto del derecho que tiene la gente que habita en los atractivos turísticos.
“Por ello desde esta tribuna hago un llamado a la conciencia de quienes hoy están gobernando y quienes están al frente tanto de la Secretaría de Turismo, la Secretaría de Economía como la Secretaría del Medio Ambiente, para que hagan valer los instrumentos legales y dejemos de hacer solamente compromisos y discursos demagógicos a beneficio de un partido político.
“Vale más el bienestar de nuestras familias con un medio ambiente sano y dejemos ya de pensar en que nada más es hacer dinero por hacer dinero”, concluyó.