El comportamiento seguido por los gobiernos estatales y municipales en materia de deuda, muestra claramente que debe ponerse un límite y candados a la política de endeudamiento en que incurren estos niveles de gobierno, planteó el senador Benjamín Robles Montoya.

Bajo esa tesis, el legislador adelantó que, en breve, presentará una iniciativa de reforma para normar el endeudamiento de las entidades federativas y del Distrito Federal porque, adujo, “si bien la justificación para el endeudamiento ha sido que la tajada de recursos canalizados a los estados no alcanza para cubrir todas las necesidades, no puede hacerse esto a costa de comprometer la viabilidad financiera”.

La urgencia de frenar el alto nivel de deuda contraída por los gobiernos estatales y municipales la fundamentó Robles Montoya en la previsión de que, de no hacerlo, “en el mediano plazo estaremos teniendo que implementar medidas extraordinarias de rescate de las haciendas estatales, lo cual implicaría un retroceso en la economía nacional y postergaría aún más el urgente despegue económico que necesita México”.

Aludió a la gravedad que implica la falta de transparencia y rendición de cuentas en las finanzas estatales, porque el crecimiento de la deuda se ha desbordado en los años recientes.

En alcance de esa alusión, en entrevista, el senador Robles Montoya añadió un condimento de suyo grave a esa situación: “adicionalmente tenemos el hecho de que aprovechando los pocos avances en materia de transparencia, muchos endeudamientos han sido utilizados como instrumentos de los gobernadores para enriquecerse ilícitamente o financiar ilegalmente proyectos político personales; casos concretos –indicó—son los de Coahuila y el Estado de México”.

Sin embargo, indicó, uno de los aspectos que menos justifica el desbordado incremento en la deuda de los estados, radica en el hecho de que el endeudamiento ha seguido a pesar del notable aumento de los recursos que se han radicado a los estados más allá de los correspondientes a participaciones y aportaciones.

Un ejemplo de ello es que en el periodo 2005-2011 se canalizaron recursos adicionales por 915 mil 633 millones de pesos a los estados entre Provisiones Salariales y Económicas; sin embargo, en el mismo periodo la deuda experimentó un crecimiento de más de 165 por ciento en términos absolutos creció en más de 243 mil 360 millones de pesos.

Pero, prosiguió, “si ampliamos la visión al periodo 2000-2011, tenemos que los recursos totales asignados a los estados crecieron en términos relativos 200.5 por ciento, mientras que la deuda lo hizo en un 330.7 por ciento”.

Por tanto,  comentó que en la iniciativa de reforma que propondrá en breve, para normar el endeudamiento de las entidades federativas y el Distrito Federal, contempla incrementar el Fondo General de Participaciones de 20 a 22 por ciento de la Recaudación Federal Participable, para inyectar mayores recursos a los estados y, con ello, disminuir la necesidad de endeudamientos.

Además, citó, “propongo establecer una serie de candados, entre ellos uno para que la suma general de todos los empréstitos que una entidad federativa garantice con recursos del Fondo General de Participaciones, no deberá ser superior a 50 por ciento de lo que haya recibido por el Fondo en el ejercicio fiscal inmediato anterior; de esta manera disminuimos el riesgo de comprometer la viabilidad financiera del estado”.