El trabajo político electoral que se realiza desde la Secretaría de Desarrollo Social no solo tiene temerosos a los diputados federales y senadores priístas, sino aterrados por la forma en que los panistas les aprendieron a comercializar el voto a través de los programas sociales.

Por ello los tricolores mandaron a su diputado Antonio Benítez Lucho a proponer una reformar a la Ley de la Administración Pública Federal y la Ley General de Desarrollo Social.

El fondo de esa iniciativa pretende eliminar a la Sedesol y traspasar todas sus facultades de manera definitiva a los órganos homólogos en los estados y los municipios.

En la exposición de motivos, el legislador señaló que con esta propuesta las entidades federativas y los municipios podrán planear y ejecutar los programas de desarrollo social de acuerdo con los diferentes entornos y sus necesidades.

Además, argumentó que así se evitaría la duplicación de funciones en el aparato administrativo.

La propuesta pasó totalmente indiferente ante los diputados perredistas y para beneplácito de los panistas, el documento se envió a las Comisiones Unidas de Gobernación y de Desarrollo Social, donde permanecerá como uno más de los cientos que se almacenan durante los periodos ordinarios de sesiones.