La diputada Mariana Dunyaska García Rojas, secretaria de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, propuso modificar la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, a fin de limitar el cobro excesivo de intereses por parte de bancos, que alcanzan hasta un 60 por ciento, además de sujetarlos a estándares internacionales.
Destacó que actualmente los bancos, “que han dejado de ser mexicanos”, se mantienen como los más caros del mundo, no sólo frente a subsidiarias de países desarrollado sino, incluso, de América Latina.
En Chile, mencionó, las tasas se ubican entre 47 y 53 por ciento como máximo; en Colombia los réditos varían entre 28 y 36 por ciento; en Perú se mueven de 24 a 60 por ciento, mientras que en Venezuela se ubican en 33 por ciento. “La diferencia es aún más notoria en países como Canadá, donde las tasas van de entre 18 y 20 por ciento; en España entre 8 y 25 por ciento y en Estados Unidos entre 8 y 16 por ciento”.
En entrevista, la legisladora aseguró que en 2012 la banca comercial obtuvo ganancias por 87 mil 700 millones de pesos, producto de los altos intereses que cobran a tarjetahabientes mexicanos, en tanto que en 2013 la cifra superó los 84 mil 732 millones de pesos, de los cuales, el 78.8 por ciento provienen de los siete bancos más grandes del país.
Citó como ejemplo al grupo español BBVA, el cual informó recientemente que al menos un tercio de sus ganancias mundiales proviene de su filial Bancomer, ubicada en México, en parte, por un aumento de sus ingresos por el cobro de comisiones, aunque el banco lo justificó como “un número mayor de clientes y de los servicios que presta”.
Mencionó que pese a que la banca en México se mantiene sólida y rentable, los usuarios que utilizan sus servicios financieros enfrentan un alto costo del crédito y un bajo rendimiento de los productos de ahorro tradicionales.
García Rojas dijo que según informes del Banco de México, durante los pasados siete años, el costo anual total de los clientes de tarjetas de crédito se ubicó entre un 30 y 60 por ciento, en tanto que el de los créditos hipotecarios ha rondado el 15 por ciento.
En cambio, abundó, el rendimiento que reciben los ahorradores en instrumentos de captación, como los pagarés con rendimiento liquidable en 28 días, ha sido cercano al 1.3 por ciento, y el de los instrumentos líderes en el mercado de dinero, los Cetes a 28 días, se ha ubicado entre 4 y 4.5 por ciento, en promedio.
“Si a estos niveles de tasas de interés que obtienen los ahorradores se les descuenta el índice inflacionario, que se ha mantenido en los últimos siete años en un promedio de entre 3 y 4 por ciento, entonces el público ahorrador obtiene rendimientos reales negativos por sus recursos depositados en los bancos”, subrayó.
Explicó que para un ahorrador que deposite 10 mil pesos durante cinco años en una cuenta de ahorro tradicional, su tasa de interés promedio anual, en el mejor de los casos, será de 2.15 por ciento, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
“Por ejemplo, en los tres principales bancos del sistema, como Banamex, por ese depósito de 10 mil pesos le pagará un rendimiento anual de 0.93 por ciento, por lo que al final de los cinco años tendrá un saldo de 10 mil 475.79 pesos; Bancomer paga una tasa anual de 1.06 por ciento, por lo que al concluir los cinco años tendrá 10 mil 544.05 pesos y en Santander, que paga una tasa de 1.11 por ciento, al final tendrá 10 mil 570.02 pesos”, explicó.
Contrariamente, añadió, si una persona solicita un crédito individual por 10 mil pesos tendrá que pagar, en Banamex, una tasa anual de 43 por ciento y en Santander, 38 por ciento.
“Lo anterior significa que no hay incentivos reales para que el público aumente sus niveles de ahorro, por el enorme diferencial que existe entre tasas pasivas y activas”, afirmó la legisladora.
Indicó también que de acuerdo con informes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre de marzo de 2013, de los 44 bancos comerciales que operan en el país, los siete principales concentraron 78.8 por ciento de los activos totales.
“Estas mismas siete instituciones participaron con 84.1 por ciento de la cartera total de crédito; 83.03 por ciento de la captación total; 78.01 por ciento de la inversión en valores y 89.4 por ciento de las utilidades del sistema”, detalló.
Es por eso, concluyó, que debe limitarse el cobro excesivo por parte de las Instituciones bancarías en el país, sujetándose éstas a los estándares internacionales, y minimizando las cargas a los usuarios.
La iniciativa de la diputada García Rojas fue turnada a la Comisión de Hacienda y Crédito Público para su dictaminación, misma que plantea agregar un último párrafo al artículo 18 Bis-6 de la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros.