La carga fiscal salarial en México es de las más bajas de los países de la OCDE, pero un trabajador mexicano percibe una quinta parte de lo que se puede ganar en países como Holanda, indicó el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
En el documento “Carga fiscal salarial: comparativo entre los países miembros de la OCDE”, agregó que en México el Impuesto Sobre la Renta (ISR) por salarios y las contribuciones sociales de empleados y empleadores representaron 16.2 por ciento de los costos salariales para 2011, de acuerdo con la OCDE.
Refirió que al comparar los resultados de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en la modalidad de solteros sin hijos, se observa que en México los impuestos y contribuciones sociales como porcentaje de los costos salariales son de los más bajos de los países miembros.
Detalló que países como Bélgica, Alemania, Hungría, Austria e Italia muestran niveles superiores a 45 por ciento de costos salariales, en contraste con países como Suiza, Corea, Israel, México, Nueva Zelanda y Chile con rangos inferiores a 25 por ciento.
El CEFP resaltó que esos resultados señalan que los bajos costos salariales asociados con el pago de impuestos y las contribuciones a la seguridad social son una ventaja comparativa para México; sin embargo, se deben considerar factores con los que se puede o no establecer dicha ventaja.
Por ejemplo, abundó, los salarios promedio brutos de los trabajadores de tiempo completo en el sector formal en México son los más bajos de los países miembros de la OCDE.
Para 2011, los ingresos salariales brutos eran en promedio de 11 mil 35 dólares Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) por año, en tanto que en Holanda eran 55 mil 165 dólares PPA, es decir, un trabajador mexicano percibe una quinta parte de lo que recibe un trabajador en Holanda.
Además, subrayó, la carga tributaria depende directamente de los ingresos salariales promedio. En el país, por cada cien pesos de salario el trabajador recibe 93.7 pesos, en contraste con los trabajadores belgas, quienes reciben sólo 57.7 pesos.
No obstante, en México los trabajadores con ingresos por debajo de los tres salarios mínimos reciben el subsidio al empleo y los que absorben tienen exención en el pago de las cuotas de seguridad social.
Los ingresos salariales promedio, subrayó, dependen del grado de capacitación de la fuerza laboral. Algunos indicadores son usados para medir el grado de capacitación de la fuerza laboral, tales como porcentaje de población con educación superior, años de escolaridad promedio, o bien, puntajes promedio de pruebas estandarizadas.
En el documento, el CEFP precisó que México posee un alto grado de informalidad en la economía. Esta característica además de ser una causa o efecto de los bajos niveles salariales promedio -la relación causal no está bien definida-, también tiene efectos sobre la recaudación fiscal.
Agregó que economías como la de Suiza, Luxemburgo y Estados Unidos presentan altos niveles de ingreso promedio, pero bajos niveles de informalidad, en tanto que países como México presentan altos índices de informalidad pero bajos niveles salariales.
Resaltó que la baja valoración de los trabajadores respecto de los servicios públicos, tales como: sistemas de salud, pensiones, entre otros, permite que trabajadores que están en el sector formal de la economía acepten ser contratados en esquemas de informalidad o bien registrados ante instituciones como el IMSS con menores ingresos a los que realmente perciben.
El CEFP enfatizó que la baja calidad de los empleos, la escasa capacitación de la mano de obra y los altos niveles de la economía informal legal contrarrestan el efecto que podrían tener los bajos costos salariales en el país.