Senadores priístas advirtieron que las futuras generaciones pueden estar en riesgo si no administramos bien la renta petrolera.
Manuel Cavazos Lerma subrayó que la reforma es inaplazable porque no sólo implica un problema de si es constitucional o de cambios a leyes secundarias, sino también de oportunidad.
En su opinión, se requiere de una estrategia y de una visión clara, además de una planeación que no sea acartonada sino flexible para llegar a metas concretas.
Sobre el fondo soberano, mencionado por Jordy Herrera y Carlos Elizondo Mayer-Serra, dijo que se trata de un tema crucial, donde es preciso medir, primero, su capacidad de absorción “para no pelearse con el Banco de México que tiene como objetivo cuidar la estabilidad de precios”.
“Pero --alertó-- si el fondo soberano no está bien administrado puede provocar esa inflación que tanto temen”.
Preguntó cuáles sería la secuencia en la reforma, cuando se tiene ya vislumbrado el corto plazo, pero ahora se tienen que hacer reformas a las leyes secundarias y la transparencia, el seguimiento, el control, la evaluación, es decir, la rendición de cuentas.
A su vez, el senador Pablo Escudero Morales, del Partido Verde, afirmó que ”vamos a llevar a buen puerto la reforma energética”.
Subrayó que la revolución energética ya empezó, “vamos tarde”, y el mundo no va a esperar a México, inmerso en discusiones sobre si se permite o no la inversión privada en Pemex.
Sostuvo que los Estados Unidos y otros países están en los grandes temas, entre ellos el tecnológico, viendo cómo avanzan, y “no nos van a esperar por ningún motivo”.
Francisco Labastida Ochoa insistió en que el sector energético de México debe cambiar, “y cambiar rápido”, porque vamos por un mal camino y tenemos poco tiempo para hacer un cambio de fondo.
“En gas shale, donde todas las exploraciones y todos los datos indican que tenemos mucho, ¿cómo podemos lograr que haya rápida producción y una buena fiscalidad?
“Yo creo que permitiéndole la asociación a Pemex con empresas privadas, es decir entrar de manera minoritaria al 30 ó 40 por ciento en asociaciones con empresas privadas, esto le permitiría multiplicar el capital y hacerse rápidamente tecnología”, explicó.
El también ex senador de la República reiteró que “la forma en la cual pueden accesar rápidamente Pemex y CFE a tecnología de punta”, es a través de las asociaciones, incluso de manera minoritaria.
Dijo que es necesario innovar y renovar la tecnología, los cuerpos humanos, el conocimiento, “requerimos hacerlo a gran velocidad, y eso yo creo que lo facilita mucho la posibilidad de asociaciones”, subrayó Labastida Ochoa.
Hay --dijo-- la idea de aprovechar la oportunidad. Yo no cerraría la posibilidad de profesionalizar a empresas en explotación de hidrocarburos.
En tanto, Jordy Herrera Flores señaló que de no haber una reforma que en el corto plazo nos permita tener más insumos energéticos y ser más competitivos, propiciará que las empresas ya no salgan de México para irse a China o a países de Asia, sino se irán a Estados Unidos.
Señaló que en los últimos 35 años en México no se ha construido un solo complejo petroquímico, mientras que en la Unión Americana, concretamente en Texas, se ha dado la autorización para la construcción de siete, que representa una inversión directa en ese estado de más de 20 mil millones de dólares.
“Esas inversiones debieran estar aquí, no sólo porque tenemos el insumo energético, sino porque además el déficit de la balanza comercial de toda la cadena petroquímica anualmente es superior a los 17 mil millones de dólares”, explicó.
Mayer-Serra, por su lado, aclaró que no estamos en el 2008, afortunadamente, y la propuesta que presenta el presidente Peña Nieto “es mucho más de lo que presentó en su momento el presidente Calderón”.
“Lo que me da miedo, es que en el 2018 estemos diciendo: ¿y por qué nos quedamos con los límites de los contratos de riesgo compartido, cuando había en la mesa otras opciones jurídicas?”, puntualizó.
Por ello, consideró que lo que se necesita hoy es el mejor marco regulador posible.