La imagen del ex Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón, se derrumba hasta el suelo y el próximo Congreso Nacional del PRD será el escenario para el final de la fugas corriente “Marcelista”.
Por una parte, el líder nacional, Jesús Zambrano, y el ex líder Jesús Ortega ya han dicho su última palabra, que Ebrard acuda a las instancias del partido y vaya al Congreso para decidir el futuro del PRD, alineado, ya que su propuesta de elegir al nuevo líder mediante encuesta no es viable.
El panorama luce desértico para Marcelo, quienes lo apoyaban se quedaron con Miguel Ángel Mancera, y otros, desde hace un rato migraron a “Morena” con Andrés Manuel López Obrador, así que no hay ni sombra que acompañe a ex Jefe de Gobierno.
La carta debajo de la manga y que piensa usar Ebrard en el Congreso del partido, es la de impulsar reformas a los estatutos del PRD para que las encuestan determinen al líder nacional, pero el propósito es tratar de dar oxígeno a su imagen de político de la izquierda, porque más que encuesta busca publicidad gratis a lo largo y ancho del país.
Así el escenario, Marcelo Ebrard sin fuerza en su partido y sin fuerza para crear uno, ¿estará pensado en pedir un lugar en Morena?
La especie no es tan descabellada, porque téngase por seguro que ni en el PRD, y mucho menos en Morena, Ebrard será candidato presidencial, aunque en el organismo de López Obrador tiene posibilidades de convertirse en diputado federal en el 2015 y de ahí preparar el terreno para saltar al Senado de la República en el 2018.