Hacer que la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) recupere liderazgo, se convierta en el referente de los tomadores de decisiones para la creación de políticas públicas científicas de largo alcance, y en una institución capaz de guiar la opinión de la sociedad en materia científica y humanística, son algunos de los objetivos que plantea en su proyecto de trabajo la doctora en fisiología Marcia Hiriart Urdanivia, candidata a la vicepresidencia de la Academia.
Hiriart y el doctor en física Jaime Urrutia Fucugauchi son los dos aspirantes a la vicepresidencia de la AMC, cargo que quedó vacante tras la renuncia de la doctora Blanca Jiménez Cisneros. La persona que resulte electa ejercerá el cargo de vicepresidente hasta mayo de 2014, fecha en la que deberá tomar posesión como nuevo presidente para un periodo de tres años, de acuerdo con los estatutos que actualmente rigen a la asociación.
Previo a la elección, la actual directora del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México dio a conocer algunos de los proyectos que buscaría concretar en caso de ganar la elección.
“La Academia es una asociación que integra a los científicos más distinguidos del país. Con sus programas realiza una gran variedad de actividades, sin embargo, me gustaría ver a la AMC realmente fomentar una ciencia de primera a nivel nacional e internacional, y que esto lo hiciera muy patente en la sociedad. Que los científicos miembros cerráramos filas y tuviéramos una mayor participación con equilibrio en todas las áreas”.
Hiriart destacó que en la actualidad hay retos mundiales y nacionales, y problemas de interés común, como por ejemplo la manera en que se va a enfrentar el cambio climático, el uso de energía, las enfermedades degenerativas, problemáticas que desde su perspectiva la agrupación debe retomar y recuperar el liderazgo como generadora de ideas y propuestas a partir de la realización de reuniones donde se pueda pensar de manera multidisciplinaria con una actividad más proactiva de los investigadores.
“Esto es lo que me incita a participar como candidata a la vicepresidencia, propiciar que los científicos vuelvan a motivarse por trabajar más directamente con la Academia.
Hay una buena cantidad de miembros que lo hacen en las distintas comisiones de nuestra organización, pero la verdad es que yo no veo una participación muy activa en los foros de discusión y necesitamos hacer más conciencia de que las políticas científicas deben salir de la comunidad científica y no solo de los administradores y tomadores de decisiones.
Me cuesta trabajo pensar la manera en cómo va a decidir bien un legislador que vota el presupuesto y que no entiende nada de lo que sucede en la ciencia”.
Otra de las metas que busca Marcia Hiriart con especial énfasis en su proyecto de trabajo es incrementar la presencia de las mujeres en la AMC.
“Estamos en el siglo XXI y, por alguna razón, solo el 23% de los miembros de la Academia son mujeres, en algunas ciencias, como las exactas, representan el 14 %, pero en ciencias naturales de manera global son el 26%; en ciencias sociales son el 33% cuando la mayor parte de los científicos sociales en el país son mujeres; en humanidades la situación está más balanceada”.
La investigadora planteó que esta situación sigue siendo motivo de discusión, y se pregunta qué es lo que pasa, por qué las mujeres no participan más en la Academia Mexicana de Ciencias, y en la búsqueda de revertir esta constante dijo que se deben analizar alternativas, como ver los resultados de los trabajos que han hecho las investigadoras y que haya una promoción y difusión de lo que es en su interior la Academia y esto va a ser importante para que la gente se motive a participar.
“Hay que hacer una consulta amplia para ver qué se tiene que hacer en las distintas áreas de la ciencia y ver la manera de realizar planes multidisciplinarios”.
Asimismo, valoró de capital importancia reforzar los programas que permiten a la Academia una interacción con las sociedades científicas y universidades del extranjero, así como activar mayor número de visitas en nuestro país de científicos de reconocido prestigio, como ganadores de Premio Nobel.
Del papel que desempeñan las secciones regionales de la Academia Mexicana de Ciencias, reconoció que aun cuando en las últimas administraciones se ha intensificado la participación, aún hace falta mucho trabajo por hacer, y entre las tareas que propuso es tratar que la asociación agrupe a todos los científicos notables del país, motivar ese involucramiento, que haya más discusión, más foros, más comunicación con la sociedad y con el exterior.
“A través de las facilidades que permiten las nuevas tecnologías de comunicación se puede tener mayor interacción entre nosotros mismos y con el extranjero”, dijo y añadió en ese sentido que la comunicación con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, con el Consejo Consultivo de Ciencias y el resto de las instancias de carácter científico que se han formado, es fundamental, así como aprovechar y ayudar a esta asesoría directa que se le da a la Presidencia de la República.
De los cambios que ha experimentado el ámbito científico en la actual administración federal, de manera concreta la promesa de llegar al 1% del Producto Interno Bruto de la inversión en ciencia y tecnología al final de sexenio, Marcia Hiriart expresó que falta ver que esto se haga realidad, y que el porcentaje prometido es lo deseable pero no una meta, la cual debe ser aún mayor.
“Insisto, los investigadores tenemos que cerrar filas y desde la Academia convencer a los tomadores de decisiones de que ese es el camino, no hay manera de progresar en el país si no se apoya a la ciencia, pero lo primero que hay que hacer es conformar una comunidad fuerte al interior de la AMC”.
La investigadora concluyó a manera de reflexión sobre el hecho de tener a la ciencia como un bien público, pues dijo que enseña un modo racional de pensamiento, objetivo, basado en evidencias y que en su opinión hace falta en la sociedad en general, para que las personas comprendan el por qué y para qué de muchas cosas que ocurren en su entorno y también lejos de él, diversos temas de los que son capaces de explicar – aseguró- los miembros de la Academia, “que son realmente el valor de esta agrupación de científicos y humanistas”.