Científicos de diferentes universidades públicas y centros de investigación del país que conforman la Red Mexicana de Virología buscan sumar esfuerzos para impulsar proyectos que abonen al conocimiento de infecciones por virus como Zika o chikungunya.
De acuerdo con el investigador Carlos Arias Ortiz, del Departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular del Instituto de Biotecnología de la UNAM, en esta institución no se trabaja, con este virus, aunque sí con otros arbovirus como el dengue.
“Sé que nadie trabajaba con Zika en el país o en Latinoamérica de manera previa al problema que estamos viviendo, pero cuando se presentan estas contingencias los investigadores que estamos en el área de la virología usualmente tendemos a involucrarnos para tratar de ayudar a las autoridades de salud a entender y contener el problema”.
Recordó que a principios del 2015 se creó la Red Mexicana de Virología con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) como parte de su programa de redes, que inicialmente comenzó con 16 investigadores de 8 instituciones diferentes (UNAM, Cinvestav, UADY, UAEM, UANL, UV, UACM e IPN), pero ahora la integran 151 científicos de 30 estados de la República, y 122 estudiantes de posgrado.
Comentó que la experiencia con la pandemia de influenza AH1N1 del 2009 en México y las epidemias producidas por virus como dengue o chinkungunya “han hecho que los científicos estén conscientes de la necesidad de contar con un grupo de profesionales que trabajen en el área de virología y que tengan capacidad de responder de manera conjunta con las autoridades de salud a las emergencias que se han presentado y que seguramente continuarán presentándose”.
Responden al llamado de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó recientemente a sus Estados miembros establecer y mantener la capacidad para detectar y confirmar casos de infección por virus Zika, preparar a los servicios de salud ante una eventual demanda adicional en todos los niveles de atención sanitaria y una demanda más alta de servicios especializados para la atención de síndromes neurológicos, así como fortalecer las actividades de consulta y control prenatal. El organismo internacional instó a continuar los esfuerzos para reducir la presencia del mosquito transmisor (Aedes aegypti) a través de una efectiva estrategia de control del vector y de comunicación pública.
Con esa idea, la Red propuso un proyecto a Conacyt dentro del programa de atención a problemas nacionales para evaluar la posible existencia de reservorios animales en el país, determinar si los mosquitos transmisores en México pueden ampliarse más allá de A. Egypti, y para estudiar la prevalencia del virus Zika y de otros arbovirus en mosquitos que circulan en zonas de riesgo.
“Queremos ver cómo evoluciona el virus en su paso por el país y su distribución hacia el norte para diseñar y desarrollar métodos diagnósticos que sean lo suficientemente sensibles para detectar la presencia del virus en diferentes estadios de la enfermedad.
“También, y de manera particularmente importante, estamos interesados en montar un método para detectar anticuerpos específicos contra el virus que nos den información sobre la ocurrencia de infecciones pasadas, aun cuando el virus ya no se encuentre presente, lo cual es de mucho valor para saber si una mujer embarazada pudo infectarse con el virus sin haber sido diagnosticada en su momento”.
Carlos Arias informó que la Red envió una pre-propuesta del proyecto al Conacyt para su primera evaluación, después se abrirá una convocatoria para que se envíen los proyectos completos de las pre-propuestas que se aceptaron, y si el resultado es positivo, se contará con un apoyo posteriormente.
Aunque admitió que el protocolo que se sigue es correcto en función de la evaluación, dijo que desafortunadamente frente a emergencias como la del virus Zika y chikungunya no es la mejor manera de avanzar en la investigación, por lo que debería de acortarse el proceso de alguna forma.
Por otro lado, el también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias refirió que la forma de enfrentar al nuevo virus en el país debe ser la misma que se usa para el dengue y el chinkungunya, una solución a corto plazo: control del mosquito a través de la eliminación de criaderos de larvas y el uso de insecticidas. “Aunque en Brasil ahora están utilizando mosquitos estériles que se obtienen por modificación genética en el laboratorio, de tal manera que se liberan por millones al campo y cuando se aparean con hembras, la larva no puede sobrevivir más de un cierto tiempo. Esta es una opción, pero habrá que ver cómo funcionan las pruebas”.
El especialista subrayó que los investigadores que conforman la Red Mexicana de Virología están aprendiendo de este virus y en función de los hallazgos iniciales que se hagan con la pre-propuesta enviada a Conacyt, la cual esperan avance, “habrá nuevas iniciativas para ampliar los estudios hacia otras áreas y desde distintos enfoques”.
El proyecto de la Red está planteado en colaboración con el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (InDRE), organismo nacional que cumple funciones equivalentes a los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC, sus siglas en inglés) de Estados Unidos. “Sí estamos entusiasmados con esta colaboración y con la idea de empezar a trabajar con el virus Zika”.
La Red busca de manera particular diseñar nuevos y rápidos métodos diagnósticos que faciliten la detección del Zika durante la fase aguda de la infección, así como la detección de anticuerpos circulantes en la sangre de pacientes que sean específicos para el virus, como evidencia de una infección previa.
Este ensayo es fundamental para evaluar si una mujer embarazada tuvo una infección durante los primeros meses de embarazo que no se haya diagnosticado en su momento y que pudiera asociarse a malformaciones congénitas, en especial microcefalia.
Los retos para México
En opinión del investigador de la UNAM, el país tiene que ampliar la investigación y la formación de recursos humanos en esta área creando, entre otras medidas, un centro de investigación especializado en virología, y fortalecer las instituciones de salud para que estén lo más preparadas posible ante la llegada de cualquier otro virus, ya que el Zika no será el último.
El doctor Arias comentó que el principal reto que plantea este virus es su detección, también saber de infecciones pasadas en el paciente por su posible vínculo con la microcefalia. Hasta hoy, la única manera de evitar la infección es protegerse de las picaduras y reducir la abundancia del mosquito para mantener los casos a los niveles más bajos posibles.
“No hay darle un tono alarmista a la situación que se vive con la entrada del Zika al país. Es muy importante controlar al mosquito y protegerse a través de las medidas que recomienda la Secretaría de Salud. Las alertas que se hicieron en Europa y Estados Unidos para no viajar a países con casos registrados son exageradas; la situación preocupa y el llamado de la OMS para esta emergencia global es para poner atención a ella, pero no implica estar alarmados”.