El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados se reunió con especialistas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para conocer algunas de sus proyecciones de cambios fiscales aplicables en México.
Raúl Mejía González, director del CEFP, detalló que este primer encuentro con la CEPAL es relevante toda vez que en los próximos meses la Cámara de Diputados iniciará un análisis complejo en materia fiscal.
Este proceso dará principio en septiembre, dijo, cuando se prevé que el Ejecutivo federal remita la propuesta de Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación 2014, además de una posible iniciativa de reforma fiscal.
Por ello, solicitó a los especialistas de la CEPAL su apoyo para perfeccionar y profesionalizar el trabajo de los investigadores del Centro de Estudios, de cara a estas reformas que se analizarán en el Congreso de la Unión.
El jefe de la Unidad de Desarrollo Económico de la CEPAL en México, Willy Zapata Sagastune, indicó que cualquier propuesta fiscal debe considerar el tema de pobreza, debido a que puede erosionar el gasto de la población.
Se comprometió a apoyar al CEFP y a la Cámara de Diputados en estos temas y en buscar alternativas para impulsar el desarrollo económico de México.
Al presentar el documento “Matriz de contabilidad social para México”, Rodolfo Minzer, Oficial de Asuntos Económicos de la Unidad de Desarrollo Económico de la CEPAL, explicó que al aplicarse un Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y medicinas de 16 por ciento, se tendría una recaudación adicional de 2.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) sin evasión.
Indicó que de aplicar el IVA en alimentos y medicinas a una tasa de 16 por ciento, la clase media sería la más perjudicada, pues la mayor parte de los subsidios o compensaciones está destinada a los más pobres.
Respecto a la eliminación del subsidio a gasolinas, mencionó que esta medida es razonable, ya que se estaría dentro del estándar, pues México tiene uno de los costos más bajos de este energético, aunque el sector más afectado sería el de transportes.
Si se cancela ese subsidio, destacó Rodolfo Minzer, podría recaudarse 2 por ciento del PIB. “Es más regresivo para la población el impuesto en alimentos y medicinas que esta medida”, estimó.