La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores, Angélica de la Peña, señaló que en México ya no hay niñas o niños en condición de calle, sino que ahora existen poblaciones callejeras enteras que son discriminadas y perseguidas por los agentes del Estado, en lugar de crear mecanismos para ayudarlos a salir de esa condición.

Enfatizó en que estas personas deben ser reconocidas de nuevo como ciudadanos, pues son estigmatizados y, por lo mismo, no pueden ejercer sus derechos plenamente.

Lo anterior, lo dijo durante el conversatorio Derechos Humanos en el Trabajo Educativo con Poblaciones Callejeras, realizado en el Senado de la República, donde participaron expertos de Vietnam, Francia, Bélgica, España y México que han trabajado con este sector de la sociedad.

La senadora Angélica de la Peña dijo que las experiencias vividas en otros países, expuestas en el foro, derivarán en acciones conjuntas entre el Senado y las organizaciones no gubernamentales expertas en la materia y las defensoras de Derechos Humanos para dar una respuesta efectiva a las poblaciones callejeras; actualmente olvidadas y relegadas al anonimato desde sus escondites.

Danielle Strickland, presidenta de AHALA Children´s Rights Foundation, expuso que se debe concientizar a la sociedad sobre la existencia de las poblaciones callejeras para desaparecer la estigmatización que pesa sobre ellas. Asimismo, buscar una articulación entre las organizaciones civiles organizadas, los académicos y los legisladores para crear una ley que atienda las necesidades de quienes viven en las calles.

Edwin De Boevé, director de Dynamo International - Bélgica, señaló que la pobreza es el elemento que lleva a las personas a vivir en la calle, en donde confluyen otro tipo de carencias, como las culturales, sociales y el acceso a la salud.

Hizo énfasis en que la estigmatización de esta población los deshumaniza y así pierden su identidad, situación que coadyuva a que sean segregados. Añadió que la mayoría de los programas gubernamentales enfocados a ayudar a las poblaciones callejeras son estigmatizantes; no obstante, algunos países de América Latina han tenido grandes logros, entre ellos Brasil y México.

Marie Claire Lavater, directora de Dynamo International – Caribe, sostuvo que la pérdida de los valores familiares ha hecho que muchos jóvenes salgan a las calles en busca de ellos, donde conforman redes con otras personas en la misma situación.

En ese sentido, Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México, dijo que en el país no existe un programa de alertas que prevenga que los jóvenes se vayan a vivir a las calles a causa de problemas en el hogar, “no hay una respuesta institucional”.

Debemos hacer visibles a los niños de la calle para que dejen de ser explotados sexual, física y mentalmente; quienes deben aceptar estas condiciones por la dificultad que pasan al vivir en las calles, comentó Tran Quoc Duy, director de Dynamo International – Vietnam.

Pedro Cabrera, de la Universidad Pontificia de Comillas España, contó que en su país desde 2003 se realizan conteos nocturnos de las poblaciones callejeras, además de encuestas que, al tomar en cuenta sus opiniones, les devuelven su identidad como ciudadanos.

Hizo hincapié en que una vez que el gobierno español decidió hacer un censo de esta población, se dio cuenta de que ayudar a las 25 mil personas que vivían en la calle era abordable y más redituable que ignorar el problema. 

Finalmente, la senadora Angélica de la Peña detalló en que en el Senado “tenemos que trabajar en la reconstrucción del tejido social, que pasa necesariamente por acciones gubernamentales y políticas públicas, y en donde también tiene que participar la sociedad”.