*Enérgico reclamo a los legisladores
El presidente Felipe Calderón salió para enviar un público reclamo a los diputados federales y senadores de la República, a quienes les mandó decir que “los mexicanos no estamos satisfechos con el funcionamiento de nuestras instituciones políticas”.
Aquí sus palabras textuales: “En fundamento en los Artículos 67, 78 Fracción IV, y 89 Fracción X de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el día de hoy enviaré a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión una solicitud para que se sirva acordar la convocatoria a un Periodo de Sesiones Extraordinarias del Honorable Congreso de la Unión.
Hoy, los mexicanos enfrentamos grandes desafíos en todos los ámbitos de la vida nacional; y para superarlos, requerimos una acción efectiva del Estado mexicano. En especial, es urgente adecuar nuestro marco normativo en áreas que no sólo son de la mayor trascendencia para la buena marcha del país, sino en áreas donde la Constitución misma, en algunos aspectos recientemente reformada, obliga al Congreso de la Unión a legislar en materias específicas, en plazos determinados que, o han sido superados o están por superarse.
Por ello, hoy, respetuosamente solicito al Poder Legislativo convocar a un Periodo Extraordinario de Sesiones, a fin de analizar, enriquecer y, en su caso, aprobar diversas reformas en beneficio de los mexicanos.
En primer lugar. Es importante avanzar en una reforma política, que atienda el llamado de la sociedad, para contar con instituciones que, verdaderamente, respondan a los ciudadanos.
Los mexicanos no estamos completamente satisfechos con el funcionamiento de nuestras instituciones políticas, y se percibe una enorme brecha entre las necesidades de los gobernados y la actuación de los gobernantes, de los representantes populares, y de los políticos.
De ahí la urgencia de plantear cambios, a fin de que nuestro sistema político sea un espacio adecuado para procesar conflictos y traducir en acciones públicas el mandato de la sociedad.
El objetivo es otorgar más poder al ciudadano, darle mayor capacidad para incidir en la vida pública fortaleciendo así nuestra democracia.
Cabe destacar que las reformas constitucionales, que se traducirán en la incorporación de mecanismos que permitan el correcto funcionamiento institucional, fueron ya aprobadas el pasado Periodo Ordinario de Sesiones por el Senado de la República.
De ahí mi reconocimiento amplio a la señoras y a los señores Senadores. Sin embargo, se encuentra un pendiente de análisis y dictamen por parte de la Cámara de Diputados, y existe en la Constitución misma, un plazo perentorio vinculado al próximo proceso electoral del año 2012, para que reformas de este tipo sean procesadas con antelación establecida en la propia Constitución. De ahí que es impostergable deliberar y resolver en definitiva este tema con la oportunidad debida.
En segundo lugar. Otra medida indispensable para fortalecer la vida democrática del país es la elección de los tres Consejeros que deberán integrarse al Consejo General del Instituto Federal Electoral.
Los ciudadanos y los actores políticos hemos contribuido a dar a nuestras instituciones electorales un nuevo formato. Y por eso, es también responsabilidad de todos trabajar por preservar su autonomía, su credibilidad y su legitimidad. A nadie conviene debilitar al IFE, ni permanecer sin actuar ante un IFE que no está totalmente integrado.
Fortalecer al IFE es fortalecer nuestra democracia. Evitar su debilitamiento es tarea de los Poderes constituidos. El árbitro electoral requiere operar de manera óptima, y esto implica, entre otras cosas, contar con un Consejo General plena y debidamente integrado, a efecto de cumplir con el propio mandato señalado en la Reforma Constitucional de noviembre de 2007, y para el cual, desde el pasado 1 de noviembre de 2010, los tres consejeros electorales, hoy faltantes, debieron haber estado ya en funciones.
Me parece muy preocupante que la máxima garantía de imparcialidad, legalidad y de legitimidad de un proceso electoral tan importante, tan sensible, como el que se avecina el próximo año, no se encuentre debidamente integrada.
Al existir una fecha constitucional fatal que ya ha quedado superada, la Cámara de Diputados está en mora, y es mi deber constitucional no sólo exhortarla, sino convocarla a sesiones para resolver este pendiente, que es de suma trascendencia para la vida democrática de México.
En tercer lugar. Se debe avanzar en la aprobación de la Reforma Laboral, una iniciativa proveniente de varios partidos políticos que es crucial para dinamizar el crecimiento de nuestra economía. Es una reforma que México necesita y que ya ha esperado demasiado tiempo.
Es fundamental que el país cuente con un marco normativo que, respetando los derechos de los trabajadores, fomente la productividad y la competitividad del país.
La legislación actual no responde ya a los desafíos de nuestra economía. México necesita un marco laboral moderno y flexible, que permita aumentar el empleo formal y promover la incorporación de los jóvenes y las mujeres al mercado de trabajo.
En esta materia, se han alcanzado ya coincidencias, entre los diferentes actores, tanto al interior del Congreso como con los partidos políticos y las organizaciones de trabajadores y de patrones. Es tiempo de que, con base en esas coincidencias, se logre la aprobación de esta urgente reforma.
En cuarto lugar. Es muy importante que se avance en la discusión y aprobación de la reforma para facilitar las asociaciones público-privadas en materia de infraestructura.
Esta minuta, correspondiente a una iniciativa de ley que presenté desde el año 2008, y que fue aprobada desde octubre de 2010 por el Senado de la República, plantea acelerar la inversión en este rubro, a través de esquemas que permitan incrementar la participación privada.
La reforma busca ahorrar tiempo y recursos en la ejecución de proyectos que ya están en marcha y detonar nuevas inversiones.
Con ello se impulsará la construcción de más y mejor infraestructura en el país para elevar la competitividad de nuestra economía, y generar los empleos que tanto demandan los mexicanos.
En quinto lugar. Es importante contar con mejores herramientas para el combate a la corrupción en todos los niveles de Gobierno. Esto es un problema que indigna y preocupa a la ciudadanía.
La sociedad exige acciones claras, contundentes, para erradicar la corrupción que tanto dañan a instituciones y al país. De ahí, que hayamos presentado tanto la iniciativa para que la que se expide la Ley Federal Anticorrupción en Contrataciones Públicas, como la iniciativa por la que se reforman diversas disposiciones de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.
Ambos proyectos también fueron aprobados por el Senado de la República en el Periodo Ordinario de Sesiones.
El objetivo de esta reforma es inhibir las prácticas de corrupción, castigando con severidad tanto a los servidores públicos, como a los agentes privados que incurran en tales actos ilícitos.
Además, contemplan esquemas de recompensa y estímulos para los ciudadanos que denuncien, incluso de manera anónima, hechos de corrupción.
En sexto lugar. Es importante avanzar en la legislación en materia de seguridad nacional. Ante los enormes desafíos que vive el país actualmente, es indispensable que la legislación regule de mejor manera la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior.
De lo que se trata, es de dar certidumbre jurídica a los integrantes de las Fuerzas Armadas, de hacer más eficaz su intervención cuando las autoridades civiles lo requieran, y de fortalecer el andamiaje institucional que protege los derechos humanos.
Cabe destacar que la Minuta en materia de Seguridad Nacional fue aprobada, también, por el Senado de la República, y es producto de un diálogo constructivo entre las instituciones públicas y la sociedad.
Tengo conocimiento de que se ha trabajado intensamente con señoras y señores Diputados, que se ha avanzado en los acuerdos en esta materia, por lo que un Periodo Extraordinario de Sesiones permitiría, además, clarificar cualquier duda que pudiera tener la sociedad respecto a este importante tema.
En séptimo lugar. Es indispensable avanzar en una legislación que permita combatir con mayor eficacia el lavado de dinero. No podemos permitir que los criminales sigan enriqueciéndose a costa de los mexicanos de bien y que sigan financiando sus actividades con recursos que vienen del tráfico de drogas, del secuestro, del robo o de la extorsión.
La Cámara de Senadores ha trabajado muy intensamente, con mucha responsabilidad, en la aprobación de la Minuta de Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita.
Un Periodo Extraordinario representa una gran oportunidad para que la Cámara de Diputados continúe el trabajo realizado por el Senado.
Además, son coincidentes las voces, entre ellas, del Gobierno, pero también de Legisladores, Senadores y Diputados mismos, que enfatizan la necesidad de establecer en la política de seguridad pública una estrategia integral, que abarque no sólo la confrontación a las bandas criminales y su reducción bajo el imperio de la ley, sino también el establecimiento de mecanismos para perseguir el lavado de dinero, y por ello, es tan importante esta minuta.
En octavo lugar. Es indispensable contar con mejores herramientas para atacar el robo de hidrocarburos, tanto gasolina, como otros derivados del petróleo, un delito que está creciendo, que está impactando a las finanzas públicas, a las familias mexicanas, y a la economía nacional.
La falta de una legislación adecuada abre la puerta para que los delincuentes se enriquezcan a costa de los bienes de la Nación, y que cuenten con una protección legal a su favor, en tanto que aún no se establece la presunción en favor de Petróleos Mexicanos, de la propiedad de los combustibles que son robados.
Es urgente establecer esta reforma a una iniciativa que fue presentada desde el año 2008, también, y que aún no ha sido resuelta. Urge tomar decisiones para poner punto final a la impunidad en este tema. Corresponde a la Cámara de Diputados el análisis de estas importantes reformas legales.
Y finalmente, en noveno lugar. Es necesario que se debata y analice el proyecto del Ley Federal del Sistema Penitenciario y de Ejecución de Sanciones que presenté a la Cámara de Diputados.
El próximo 19 de junio deberá entrar en vigor, es decir, en unos días, el nuevo Sistema de Reinserción Social, así como el Régimen de Modificación y Duración de Penas, previstos en los Artículos 18 y 21 de la Constitución.
Quiero recalcar este punto, porque al establecer la Constitución un plazo legal para el establecimiento de este nuevo sistema penitenciario, debemos evitar que su dilación genere impactos imprevistos o no deseados en los procesos penales en curso. De ahí la impostergabilidad de aprobar esta reforma que, insisto, tiene un plazo fatal que me obliga, también, a convocar al Congreso.
Hoy no contamos con las leyes reglamentarias para que estos mandatos constitucionales cobren vigencia. Y es indispensable que se discutan y, de ser la opinión favorable de los congresistas, se aprueben estas iniciativas, a fin de que se garantice plenamente el principio de legalidad que debe regir todo el Sistema de Reinserción Social.
Señoras y señores:
El mandato que hoy tenemos los representantes de los ciudadanos es generar bienes públicos, bienes que amplíen los horizontes de prosperidad y desarrollo de la gente, que fortalezcan a las familias, a las comunidades y a los estados.
Que consoliden la democracia que hemos conquistado con el esfuerzo de muchas generaciones de mexicanos; bienes que contribuyan a la transformación positiva de México.
Con razón y con justicia, la ciudadanía exige que la política sea, verdaderamente, un instrumento de cambio al servicio de la sociedad.
Para sacar adelante las reformas que el país requiere, es necesario que prevalezca el interés superior de la Nación sobre cualquier otra consideración. Y, para ello, es imprescindible que todos los actores políticos tengamos la capacidad de poder resolver estas coincidencias, por encima de las diferencias, por legítimas que sean.
Por eso, reitero mi llamado a los integrantes del Poder Legislativo para convocar a un Periodo Extraordinario de Sesiones, en el que se analicen, se discutan, se enriquezcan, y en su caso, se aprueben las iniciativas que he mencionado.
Quiero ser muy enfático que se trata de cambios de fondo, cambios trascendentes y, en muchos casos, cambios inaplazables por mandato constitucional, a fin de romper las inercias que frenan nuestro desarrollo.
Es cierto. Una Nación con una democracia vibrante y plural como la mexicana, no puede aspirar a la uniformidad ni a la unanimidad, pero sí puede aspirar a la corresponsabilidad política de todos los actores y a la colaboración respetuosa entre Poderes, a través del diálogo, el entendimiento y el acuerdo.
Porque México lo necesita, lo merece y lo demanda, presentaré esta invitación a que el Congreso de la Unión, a través de la Comisión Permanente, convoque al Periodo Extraordinario de Sesiones para resolver los asuntos que son urgentes y que están pendientes de resolución”.