México requiere una reforma hacendaria que garantice a la sociedad que los ingresos fiscales sean gastados de manera eficiente y transparente, que combata la evasión y la informalidad, señaló el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.
A través del documento “Impuestos e igualdad en América Latina”, el organismo legislativo explicó que uno de los problemas en la región es precisamente la evasión fiscal, la cual mina los efectos distributivos de los sistemas y contribuye con la desigualdad.
Puntualizó que la tasa de evasión fiscal en México tiene niveles de alrededor de 45 por ciento. “La poca capacidad de las autoridades hacendarias en la aplicación de la ley, la falta de cultura de pago de impuestos y, sobre todo, la economía informal, son las principales causas de la evasión”, advirtió.
Indicó que Ecuador y Guatemala tienen tasas de evasión de hasta 65 por ciento, por lo que son los casos más graves, seguidos por México y El Salvador con niveles de alrededor de 45 por ciento.
El CESOP puntualizó que la estructura fiscal y la política de gasto de los gobiernos latinoamericanos alimentan la desigualdad, lo que ha hecho que los programas sociales de combate a la pobreza no tengan los resultados de largo plazo esperados, a pesar de su éxito relativo.
Destacó que de acuerdo con el Banco Mundial, la fortaleza que ha mostrado la región tras la crisis financiera de 2009, se debió a las reformas macroeconómicas y financieras emprendidas, así como a la solidez de la demanda interna.
“Aunque reconoce que abandonar un sistema impositivo regresivo no es tarea fácil, en especial para naciones que están acostumbradas a tener ingresos provenientes de los impuestos a las materias primas como el petróleo, entre ellas, Ecuador, México y Venezuela”, agregó.
En el documento, el CESOP puntualizó que en América Latina las bajas tasas impositivas que se aplican al ingreso y a la riqueza de las personas, junto a esquemas regresivos de impuestos y de gasto, impiden una reducción sustantiva en los altos niveles de pobreza y desigualdad.
Indicó que la zona se mantiene como la región más inequitativa del planeta con elevados niveles de pobreza y de exclusión social, aun con las altas tasas de crecimiento económico, el aumento en la demanda de sus exportaciones, de los altos precios que registran las materias primas y del incremento en la capacidad fiscal de los gobiernos.
Mencionó que de acuerdo con el Centro de Estudios Woodrow Wilson, de Estados Unidos, la deficiencia en la ubicación de objetivos del gasto público continúa siendo un problema en la región, lo que disminuye su eficacia como herramienta para combatir la pobreza y desigualdad.
Por ello, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública argumentó que es necesario mejorar el esquema impositivo y política de gasto, a fin de que se impulse el crecimiento económico y la distribución del ingreso, toda vez que los esquemas en Latinoamérica son regresivos.
Puntualizó que los impuestos indirectos en bienes y servicios o el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que se aplican al total de la población, independientemente del ingreso que tengan, representan un alto porcentaje del total de la recaudación.
De hecho, abundó, diferentes países en la región llevaron a cabo reformas en su política fiscal que se dirigieron a la ampliación de la base de contribuyentes y a elevar la tasa de IVA, lo que en estricto sentido no abona en la eliminación de la desigualdad.
Argumentó que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) recalcan la oportunidad de considerar modelos más progresivos y reconvertir el esquema fiscal que abunda en la desigualdad en la región.
Conforme al Banco Mundial, las tareas que deben acompañar una reforma hacendaria comienzan por garantizar mayores ingresos que serán gastados de manera eficiente y transparente, así como crear un consenso nacional en torno a la necesidad de estas reformas, pues “sólo de esta forma se comenzarán a cerrar las brechas de desigualdad que han existido por más de cien años”, refirió.
El CESOP argumentó que para investigadores del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), algunas condiciones políticas que han permeado en la falta de acuerdos para llevar a cabo una reforma fiscal, se encuentra: la falta de sensibilización y conocimiento de los gobernantes sobre las necesidades de las clases más desfavorecidas, así como la renta petrolera que ingresa al país.
Además, mencionan los investigadores del CIDE, para mejorar la desigualdad entre los mexicanos se puede encontrar en la búsqueda de la universalización en la cobertura de los programas sociales, lo que sólo se ve viable a través de la homologación del IVA y la cancelación de las exenciones.