Mareados por el carro completo que logró el PRI en las elecciones en cuatro estados el pasado 3 de julio de este 2011, algunos legisladores federales del tricolor se aventuran a pronosticar que el PAN está muerto políticamente y aseguran que la contienda por la Presidencia de la República en el 2012 será solo entre priístas y perredistas.
Es el caso de lo que dijo en entrevista el diputado Gerardo Sánchez Hernández. Aquí el contenido textual con preguntas y respuestas:
PREGUNTA: ¿Cómo ve la elección para el 2012, cómo se perfila, un PRI contra PRD o PRI contra PAN?
RESPUESTA: Más bien va a ser PRI contra PRD ¿no? El PAN está tan devaluado que creo que difícilmente pueda ser competitivo, no tiene candidatos que crezcan y además de repente como que sus afirmaciones son como muy frágiles, muy sencillas.
El hecho de que en el Estado de México, en el reciente proceso de que no había pasado nada en el país, me parece una apreciación muy ligera, y por supuesto que el país requiere de gente comprometida, gente que tenga una visión de Estado y que desde luego esté plenamente identificado con la gente.
PREGUNTA: ¿Ya ven a Enrique Peña como el candidato priista?
RESPUESTA: Es uno más de los aspirantes, desde luego que hay bastantes, el PRI tiene un arco iris de precandidatos que están en la antesala esperando que se diga en la convocatoria en qué términos se va a realizar el proceso, y esto va a abonar a la participación democrática al interior del PRI.
PREGUNTA: ¿No ven un resquebrajamiento?
RESPUESTA: En lo absoluto.
PREGUNTA: ¿Cómo van a evitar que suceda lo del 2000 ó 2006?
RESPUESTA: Lo primero es que tenemos una interlocución entre todos los actores políticos del partido, los sectores, las organizaciones, los gobernadores, los coordinadores parlamentarios y eso puede abonar de manera consistente a propiciar y consolidar la unidad del partido.
Los priistas estamos convencidos que si salimos en unidad es una enorme ventaja para ser competitivos en el proceso electoral de 2012, además de que este reciente proceso es un referente que nos permite proyectar nuestras estadísticas electorales, pero también renovar estrategias que concreten la llegada del partido a la Presidencia de la República.