El presidente de la Comisión de Juventud de la Cámara de Diputados, José Luis Oliveros Usabiaga, advirtió que México perderá una oportunidad para superar sus rezagos, si no aprovecha el bono generacional que representan los jóvenes.
Afirmó que “de no invertir hoy para que el 40 por ciento de la población total del país asegure su acceso a la educación que le permita tener mejores oportunidades de trabajo, de vivienda y de salud, mañana tendremos ciudadanos con un resentimiento social enorme, enfermos y con una gran necesidad de empleo y prestaciones sociales, sobre todo porque la pirámide poblacional decrece dramáticamente”.
En entrevista, aseveró que los jóvenes mexicanos requieren soluciones verdaderas a sus problemas y, en paralelo, oportunidades para desarrollarse a través de la integración de planes y programas en los tres niveles de gobierno.
Aseguró que “el Ejecutivo debe establecer una política central, cuyo eje sea la juventud”, no solamente con entrega de becas mediante el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve). Se requiere que las estrategias públicas municipales, estatales y federales sean integrales y enfocadas a atender y resolver las preocupaciones de los jóvenes, y no nada más organicen conciertos de rock, den balones o regalen condones.
Oliveros Usabiaga apuntó que los riegos más preocupantes para los jóvenes son los accidentes automovilísticos, causa principal de muerte, la migración, el suicidio, las desapariciones forzadas y la falta de oportunidades de empleo, a pesar del alto nivel de educación de muchos jóvenes profesionistas.
Refirió que la incidencia de suicidios es alarmante, ya que representa la tercera causa de muerte entre la juventud a nivel nacional. Para combatirlo se ha impulsado en los congresos estatales la aprobación de una ley antibullying que sea herramienta para abatir el acoso escolar o laboral, causas que originan en muchos casos la decisión de quitarse la vida.
La migración constituye otra problemática que no se ha atendido en toda la magnitud que requiere, ya que siete de cada 10 migrantes son jóvenes de entre 14 y 29 años de edad que buscan otro espacio, una mejor vida en otra nación, sobre todo en el vecino país del norte; por ello, la importancia de dirigir apoyos institucionales para la juventud en el medio rural, dijo.
“No solamente con la modificación de leyes o el diseño de nuevas se va a lograr que los jóvenes recobren la fe en las instituciones”. Lo más importante es que el Ejecutivo las aplique para salvaguardar la participación política, el desarrollo cultural y deportivo o incentivar la formación emprendedora en los jóvenes, ya que “de lo contrario sería una burla”.
Para lograrlo, precisó, es necesario que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial integren sus funciones para ofrecer soluciones efectivas a sus problemas y no sólo paliativos que las retrasen.
Oliveros Usabiaga consideró que la política pública de integración debe incluir todas las manifestaciones de la juventud como las redes sociales, la pinta de bardas, expresiones artísticas o deportivas, a fin de potenciar los talentos.
“Son muchos y alarmantes los problemas que enfrentan los jóvenes como su incorporación al crimen, la deserción escolar y el embarazo juvenil, y se requiere que los tres ámbitos de gobierno se comprometan en lograr ese objetivo”, concluyó.