Los persistentes casos de discriminación y violencia laboral hacia las mujeres, evidencian la falta de mecanismos eficaces para denunciar esta práctica que vulnera uno de los derechos fundamentales de las mexicanas, denunció la diputada Soralla Bañuelos de la Torre.
En entrevista señaló que pese a la legislación en la materia y las acciones realizadas por las autoridades para contrarrestar esta problemática, “la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres en el campo laboral, sigue siendo enorme”.
En su calidad de Secretaria de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, indicó que “la violencia que las mujeres padecen en el ámbito laboral se sigue dando de diversas maneras, desde la no contratación por su aspecto físico o estado civil, hasta negarles sus derechos a la reproductividad, la maternidad y la lactancia”.
Tan sólo, dijo, el despido por embarazo fue la principal causa de denuncias registradas en el Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred).
De acuerdo con el organismo, durante el 2015 se recibieron mil 177 quejas, de las cuales 41.56% fueron de mujeres cesadas o suspendidas a causa de su embarazo.
Al respecto comentó, “es lamentable que mujeres con habilidades, aptitudes y un alto nivel educativo tengan que enfrentarse a diversas barreras por su condición de género, con lo que se viola su derecho fundamental al trabajo”.
Por ello, dijo, “el Estado mexicano y sus instituciones deben emprender mayores acciones para garantizar que las mujeres accedan a un trabajo digno, tengan un trato igualitario y se les respeten sus derechos laborales”.
Asimismo, “reforzar los mecanismos de denuncia en materia de discriminación laboral con visión de género, para contribuir a erradicar este fenómeno que limita el desarrollo económico y profesional de las mujeres mexicanas”
Bañuelos de la Torre indicó que de acuerdo con el más reciente estudio realizado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y el Colegio de México (Colmex), una mujer con rasgos indígenas tiene que enviar 28.4% más solicitudes de empleos que una mujer de tez blanca, y una mujer casada envía en promedio 23.3% más solicitudes para conseguir un trabajo, “lo que refleja el grado de discriminación al que se enfrentan”.