A fin de medir la efectividad y cumplimiento de los programas educativos, los senadores panistas Juan Carlos Romero Hicks y Jorge Luis Lavalle Maury exhortaron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a realizar estudios sobre la duración del calendario escolar.

También, pidieron a la dependencia federal enviar los análisis, pruebas o piloteos que realice para determinar la conveniencia de modificar el calendario escolar.

Lo anterior, tras las declaraciones del titular de la SEP en las que ha señalado que el calendario se convertirá en un modelo “flexible”, en el que se buscará cambiar el rango de los días obligatorios de clase, pasando de 170 a 200 días, y en ese rango cada escuela determinará cuántos días quiere funcionar, siempre y cuando se cumpla con 800 horas de clase anuales. 

En la exposición de motivos del punto de acuerdo, señalaron que de acuerdo con la OCDE, México posee uno de los calendarios escolares con mayor número de días de instrucción al año: 200 días en primaria y secundaria, en comparación con otros países, que van de 183 a 185 días.

Sin embargo, agregaron, respecto a las horas que los niños mexicanos permanecen en clases, nos encontramos por debajo del promedio de los países de la OCDE con menos de 800 horas al año.

“El incremento en la calidad educativa no depende forzosamente del aumento de los días de los calendarios lectivos y del tiempo en la escuela, sino en avanzar hacia la efectividad de la educación, en revisar que la información que se les proporciona sea de calidad y que sean materias universales para ser un ciudadano capaz de desarrollarse en cualquier parte del país y de otras naciones”, aseveraron.

En ese sentido, recordaron que el país ocupa el último lugar de aprovechamiento escolar de la OCDE, de acuerdo con los resultados de la última prueba PISA, en la que México se ubicó muy por debajo de los promedios del resto de los países evaluados.

Romero Hicks y Lavalle Maury consideraron que para modificar la agenda lectiva y las horas de clase se debe incluir la participación de la comunidad escolar, a fin de que sean sujetos activos en la implementación de esta política educativa.

“Este tipo de decisiones no se han basado en estudios serios y comprometidos con encontrar la viabilidad de aumentar o disminuir los días obligatorios de acudir clase. No se cuentan con los resultados de la última adecuación al calendario escolar, la efectividad de contar con el último viernes de cada mes para juntas escolares, en qué ha beneficiado o afectado la convivencia y desarrollo de los niños haber disminuido los días de vacaciones y ahora pretender aumentarlos”, indicaron.

Por tal motivo, los legisladores del PAN se pronunciaron por investigar nuevas opciones que permitan cumplir con efectivos programas educativos, a través de periodos lectivos que sean acordes a la edad y necesidades de los menores, considerando las experiencias y métodos implementados por otros países.