*Políticos juegan con la pobreza de los mexicanos

Duras críticas levantó el secretario de Hacienda Ernesto Cordero Arroyo, con esa declaración de que México dejó de ser país pobre: “Mida bien sus palabras”, le mandaron decir los priístas, mientras que los perredistas le exigieron distribuir mejor el ingreso la riqueza nacional”.

El líder de los diputados federales priístas, Francisco Rojas Gutiérrez, dijo: “La mitad de la población está en el terreno de la pobreza, y no hace falta más que ver cómo están las condiciones de vida de los mexicanos, la distribución del ingreso, el empleo.

“Me parece que tenemos que medir muy bien las palabras con que tratamos a veces de definir con simpleza la situación del país.

“El hecho de que la mitad de la población se encuentre en condiciones de pobreza, simplemente no deja duda de que el país no está como todos quisiéramos que estuviera, la mitad del país en la pobreza.

“Creo que es más que suficiente para una definición, y lo peor de todo es que en los últimos años hay cinco, seis ó 10 millones de personas que se han incorporado también a los niveles de pobreza, que no quisiéramos tuviera nuestro país, o sea, que parece ser que en lugar de estar disminuyendo, está aumentando.

“Lo que dijo el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero,

no son declaraciones -a mi juicio- muy afortunadas, y sí, la verdad es que debiéramos pensar cómo disminuir estos niveles de pobreza, y no vamos a poder disminuir los niveles de pobreza mientras no aumentemos la inversión; mientras no generemos empleo; mientras no reduzcamos el gasto público innecesario y lo destinemos a cuestiones que generen empleo.

“No hemos querido entender que no sólo la macroeconomía puede sacar al país de la pobreza.

“Necesitamos hacer programas, dedicar el gasto público a aumentar la inversión, dar más crédito para los emprendedores mexicanos, para que podamos generar empleo y entonces sí, empezar a sacar a los mexicanos de la pobreza.

“Desgraciadamente, si las condiciones macroeconómicas fueran las únicas que se requieren, a lo mejor podríamos decir que, como dicen ellos, las condiciones macroeconómicas están bien, pero no dan de comer a los mexicanos. Hay 50 millones de pobres”.

Por su parte, el senador perredista Pablo Gómez dijo: “Tiene razón el secretario de Hacienda Ernesto Cordero, pues México no es de los países más pobres del mundo, pero es uno de los países donde el porcentaje de la población es más alto, es uno de los países en donde más pobres hay por habitante, tenemos más de 70 millones de personas en pobreza y eso es una contradicción con el hecho de que México no es uno de los países más pobres del mundo ni está en el grupo de los más pobres.

“¿Cómo es posible que sin estar entre los países más pobres del mundo, México tenga un porcentaje de pobres mayor que países mucho más pobres que México? Eso no nos lo explicó el señor Ernesto Cordero, porque para superar esta situación tan lamentable se necesita redistribuir el ingreso.

“El gran problema de México es un fenómeno de concentración muy fuerte del ingreso nacional que ha hecho que se desarrollen poderosos monopolios y que un grupo relativamente pequeño de personas concentren la mayor parte del ingreso.

“En estas circunstancias, es necesario hacer una reforma fiscal que creo que el señor Cordero no va a proponer para que el gasto público sea un elemento de redistribución del ingreso, cobrando a los grandes ricos las tasas impositivas que son necesarias para revertir ese patrón de distribución del ingreso tan negativo, para aumentar también los salarios, los salarios mínimos y los salarios profesionales, a través de un programa que puede durar muchos años, pero que debe ya empezar, a efecto de promover el mercado interno, y para que el Estado tome en sus manos la conducción del crecimiento de la economía y garantice las posibilidades de una expansión rápida con la consecuente creación de plazas de trabajo.

“A mí me extraña mucho que un miembro del gabinete de Calderón diga que en efecto el problema lo va a resolver combatiendo la pobreza en los próximos cinco años, cuando están proponiendo desde la reforma laboral, por ejemplo, profundizar el fenómeno de precarización del trabajo, formalizar el trabajo informal”.