*Reconocen diputados
El diputado federal Federico Ovalle Vaquera reveló una lacerante realidad que prevalece en México, al afirmar que en México se destinan más recursos del presupuesto a subsidiar a empresas internacionales que a programas sociales de apoyo al sector campesino.
En su calidad de presidente de la Comisión Especial de Seguimiento a las evaluaciones practicadas a los programas que conforman el Programa Especial Concurrente para el Campo de la Cámara de Diputados, el legislador dijo que esto significa que “estamos permitiendo la sistematización de la explotación social en nuestro pueblo”.
En reunión de trabajo con representantes del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable (CMDRS) para analizar el proyecto de presupuesto para el Programa Especial Concurrente (PEC), Ovalle Vaquera consideró necesario reorientar los recursos que se usan en programas paliativos de la pobreza a proyectos de inversión al campo, para lograr el desarrollo pleno del sector.
“Debemos separar el gasto social del gasto productivo, hay programas dentro del PEC que no tienen nada qué ver con la producción en el campo”, dijo.
Señaló que no se cuenta con evaluaciones de impacto para conocer cómo han favorecido los recursos destinados a este sector a familias productoras en el mejoramiento de su calidad de vida.
Por su parte, el diputado Ricardo Sánchez Gálvez coincidió en que si se quiere lograr los resultados esperados en el ámbito rural, es necesario enfocar las inversiones a programas que busquen el aumento de la producción.
En su intervención, Alfonso Garzón Martínez, coordinador del CMDRS, solicitó que se destinen recursos por 307 mil 434.8 millones de pesos al Programa Especial Concurrente para el impulso de programas que hagan frente a las contingencias derivadas del cambio climático.
Pidió que se realicen las reformas necesarias que permitan contar con políticas públicas de protección a los productores con las cuales, dijo, se pueda hacer frente a la competencia de otros países quienes, resaltó, tienen asistencia en los costos de producción y transporte por parte de sus gobiernos.
“En México se orienta el gasto a la asistencia social y no se promueve el desarrollo del mercado interno como método para combatir la pobreza en el campo”, indicó.
Subrayó que entre los principales problemas destacan la migración, el deterioro de los suelos, la excesiva fragmentación de la tierra, así como la falta de incentivos económicos y el debilitamiento del sector social campesino.