Poco más de una treintena de madres y familiares de migrantes desaparecidos realizan un recorrido por la ruta migrante en busca de sus familiares desaparecidos en tránsito.

En esta ocasión vienen familiares de Honduras y de Nicaragua, recorrerán nueve estados de la República mexicana y la ruta seleccionada incluye por vez primera la ruta del Golfo de México.

En su mayoría vienen mujeres mayores de 50 años a quienes acompañan algunos padres también en búsqueda y en El Ceibo se unirán los miembros del MMM para todo el recorrido, que cuenta también con el acompañamiento de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y Amnistía Internacional, México.

Particular atención requieren los eventos programados en San Fernando, Tamaulipas, lugar de la masacre de 73 migrantes centro y sudamericanos acontecida el 23 de agosto de 2010, donde se plantean realizar ceremonias luctuosas en memoria de los migrantes asesinados y cuyo impacto moral y político esperamos que justifique el peligro y el esfuerzo de pisar ese terreno.

Las actividades programadas de las caravanas incluyen plantones y exposiciones en las plazas públicas de los lugares emblemáticos por donde pasan los migrantes en su ruta hacia el norte.

Se pretenden visitas y alojamiento en los albergues migrantes y convivios e intercambio de información con los migrantes que se encuentran en ruta; recabar mensajes de estos migrantes para llevarlos a sus familias en los lugares de origen -correo comunitario; pesquisas y seguimiento de pistas para encontrar a sus familiares.

También se realizarán visitas a hospitales, prostíbulos, reclusorios, albergues de indigentes y/o minusválidos y a cualquier lugar público en donde se pudiera esperar encontrar a algún migrante.

Se organizarán ceremonias en las vías del tren, en las tumbas sin nombre de los cementerios; caminatas por los pueblos para solicitar la solidaridad de las comunidades; conferencias de prensa y entrevistas, con reporteros y  funcionarios de los tres niveles de gobierno para reclamar su cooperación en la búsqueda.

Se entrevistarán con los organismos defensores de los derechos humanos y las comisiones estatales y nacional de los derechos humanos; entrevistas y testimonios con legisladores exigiendo acciones legislativas a favor de los derechos de los migrantes; con funcionarios del Instituto Nacional de Migración exigiendo que se respeten los derechos y el debido proceso de los migrantes y que paren los abusos y la complicidad de sus agentes con el crimen organizado.

Se enviarán mensajes al crimen organizado, en particular a los Zetas, para que dejen de secuestrar y asesinar a sus hijos.  

Todo lo anterior con el objetivo de denunciar y enfocar la atención de los medios masivos de comunicación nacionales e internacionales para evidenciar el trato ilegal, inhumano y criminal que México dispensa a los migrantes en tránsito.

Se exigirán cambios al gobierno mexicano – la complicidad, la impunidad, la no-reparación del daño, etc. Que les permita encontrar pistas de sus desaparecidos para saber si viven, murieron, están privados de su libertad o en situación de trata de personas y pugnarán porque no se permitir que los familias de los migrantes desaparecidos  queden ignoradas.

También  trabajan para lograr la solidaridad comunitaria del pueblo de México, eliminar la xenofobia e impedir que lo que les ha sucedido siga sucediendo, afectando a su gente, a su pueblo y a cualquier migrante sin importar su situación migratoria y su origen.

En la organización de la caravana  participa la Red COMIFAH de Honduras, la Pastoral de Movilidad Humana, el Movimiento Migrante Mesoamericano con del apoyo y colaboración de numerosas personas y organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, y en esta ocasión con el apoyo de la fundación Medico International, de Alemania.

La solidaridad para las madres se demuestra con todos los nombres que actúan como anfitriones en los diferentes sitios de la ruta y que aparecen en la columna de la derecha de la agenda, particularmente los sacerdotes que dirigen los albergues migrantes.

Llamamos a los medios de comunicación nacionales e internacionales, de todo tipo, a solidarizarse con este esfuerzo mayúsculo, dado que su acompañamiento y cobertura han sido la garantía de seguridad más confiable y leal para las caravanas anteriores.