La Comisión Permanente pidió el pleno cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar para restituir los derechos a los pueblos indígenas y atender sus demandas en materia de justicia, igualdad y autonomía.
Asimismo, hizo un llamado a los gobiernos federal y estatales para que de manera incluyente tomen en cuenta las propuestas del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, la sociedad civil, organismos internacionales, expertos y partidos políticos y realicen “un esfuerzo serio de dialogo y concreción de acuerdos”.
Al presentar un punto de acuerdo, que fue aprobado de manera urgente, la senadora perredista Dolores Padierna Luna recordó que el pasado 21 de diciembre el EZLN realizó marchas en cinco ciudades de Chipas, lo que fue considerado como la movilización más numerosa desde el surgimiento de ese movimiento en enero de 1994, pues participaron más de 40 mil zapatistas.
Sin embargo --dijo-- a casi 20 años del levantamiento armado, la población indígena continúa “en las peores condiciones de pobreza, desigualdad, discriminación, olvido y marginación”, ya que “todo sigue siendo una enorme deuda con los indígenas y ante esta situación el nuevo gobierno federal poco ha dicho o propuesto”.
Desafortunadamente --subrayó-- el Pacto por México señala en apenas tres párrafos sus planteamientos a favor de este sector de la población y no hace ninguna mención sobre los acuerdos de San Andrés, y no contempla ninguna acción específica que promueva cambios de fondo o programas en este sentido.
Por ello, hizo notar que las manifestaciones de los días pasados son “el llamado de una nueva generación de zapatistas que de manera pacífica hacen la justa demanda a que se pague la deuda con la población indígena del país”.
Enfatizó que no se puede postergar aún más la respuesta, pues “es urgente y justo que se enfoquen con seriedad los esfuerzos necesarios para desarrollar acciones de promoción, defensa de derechos y libertades fundamentales de las comunidades indígenas del país.
Al respecto, el senador Luis Armando Melgar Bravo, del PVEM, expresó que la marcha es “un gran punto de partida” y “un buen augurio” en el marco del Pacto por México, ya que “quiere decir que hay un buen ánimo, que existe disposición, y sobre todo, un firme compromiso porque haya espacio para la reflexión y pronunciamientos, que de manera pacífica su puedan dar”.
Destacó que las machas se llevaron a cabo de manera pacífica y en respeto a las instituciones de Chiapas y del país.
En tanto, el diputado priista Manuel Añorve Baños manifestó que es indudable que la causa indígena continúa vigente porque muchas de sus demandas no han sido satisfechas y “como sociedad tenemos cuentas pendientes con ellos”.
Pero --aclaró-- será con expresiones pacíficas y acuerdos políticos que los mexicanos podremos encontrar la solución a esos y a muchos otros problemas como la desigualdad y pobreza que afecta a millones de mexicanos entre los que se encuentran “como los más pobres a los indígenas”.
En tanto, el diputado Ricardo Mejía Berdeja, de Movimiento Ciudadano, coincidió en que hay una deuda histórica con los indígenas del país y la manifestación silenciosa del pasado 21 de diciembre “es un mensaje estruendoso a la vida política del país”.