Por Guillermo Pimentel Balderas

Marco Antonio Ortiz Salas, secretario general de la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (CODUC), dijo que ya es tiempo de cerrar la brecha de desigualdad entre campo y ciudad, por lo cual urge que el nuevo gobierno federal revierta el crecimiento débil, el limitado empleo y el bajo bienestar de la población mexicana.

En entrevista, Ortiz Salas, subrayó que el nuevo Gobierno de la República que asumirá el próximo 1 de diciembre, debe frenar la desigualdad y la afectación del bienestar en el medio rural mexicano, pues desde hace 30 años se abrió esa brecha y se acentuó a partir del nuevo milenio, donde los estratos de bajos ingresos son los que más han sufrido el incremento de los precios de los alimentos y esos se encuentran en el campo mexicano.

“Si consideramos las cifras del INEGI que señala que un trabajador mexicano en el sector manufacturero, recibía (en marzo de 2012) 2.1 dólares por hora mientras que un trabajador norteamericano, recibía entonces, 9.3 dólares ahí está la razón del “sueño americano” y la enorme migración de mano de obra mexicana a la Unión Americana”.

El dirigente de la CODUC expuso que la Federación Agrícola Estadounidense estimó que el sector perderá hasta nueve mil millones de dólares este año por la falta de trabajadores agrícolas mexicanos que tradicionalmente cosechan en varios estados en USA.

Ortiz Salas, citó cifras oficiales del Departamento Federal del Trabajo de Estados Unidos en donde el 60 % de los campesinos son indocumentados pero las leyes antiinmigrantes y la vigilancia fronteriza, han reducido el número de migrantes mexicanos al grado de que en California se requieren unos 475 mil campesinos para agosto y octubre próximos a fin de trabajar en las cosechas de hortalizas, cítricos y fresas.

El dirigente de la CODUC señaló que en el más reciente estudio de la  OCDE, los mexicanos somos los que más trabajamos, pero los que menos ganamos. En materia salarial México sufre de un enorme rezago, según el estudio “Employment Outlook 2012″, de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).

Aseguró el secretario general de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas, que a principio de la presente década, en la estructura del ingreso mensual en las familias rurales, el 2.5% provenía del programa oportunidades pero ya en la actualidad ese porcentaje ha subido al 5% lo cual es un indicador de que las desigualdades han crecido, principalmente en el campo.

“Un reflejo de esta desigualdad es la falta de ingreso y alimento, lo que origina desnutrición: de acuerdo a datos oficiales del INEGI, la desnutrición disminuyó de 1988 a 2006 de 2.2 millones de niños a 916 mil, sin embargo, actualmente la población de Oaxaca, Chiapas y Yucatán reporta que más del 20% de los niños en edad escolar presentaban desnutrición”.

A juicio de Marco Antonio Ortiz Salas, la relación ingreso-alimento está íntimamente relacionada pues no hay acceso a productos de la canasta básica.

Cuestionó, como CODUC, que de nada sirve que crezca el PIB si  la población no percibe que la situación económica ha mejorado así como su calidad de vida.

“Desde la perspectiva del bienestar en el caso del medio rural el gobierno ha implementado programas como oportunidades, apoyo alimentario, abasto rural, estancias infantiles, adultos mayores, jornaleros agrícolas,  desarrollo local y vivienda rural, sin embargo no se ha dado transparencia y equidad en el manejo de esos programas,  se han manejado con intereses políticos y se ha dado mucha corrupción”.

De ahí, advirtió que de no fortalecer las fuentes de recursos del país, la próxima Administración Federal corre el peligro de incumplir sus promesas de campaña y el país seguirá inmerso en un crecimiento débil, limitado empleo y bajo bienestar de la población.