Mientras en Europa y algunas naciones de América Latina se prohíbe la utilización de animales vivos en experimentos científicos o pruebas de laboratorio, sustituyéndoles por métodos alternativos como el cultivo de células in vitro, en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) se obliga a los estudiantes de medicina a practicar en perros vivos, en los que se utilizan anestesias caducas y sin importarles su sufrimiento y dolor se les deja morir desangrados y con sus órganos internos expuestos, denunciaron estudiantes de esta casa de estudios.
La situación en tan cruel que los mismos alumnos alertaron a organizaciones independientes protectoras de los derechos de los animales, las cuales acudieron a las instalaciones de la Escuela Superior de Medicina para constatar el estado de los perros, señaló el coordinador general del Frente Ciudadano Pro Derecho Animal (FRECDA), José Luis Carranza.
Explicó que los protectores preocupados por la pésima situación en la que se hallaban los perros y la urgencia para atenderlos acordaron con los directivos de la Escuela Superior de Medicina su entrega.
No obstante, en el momento que regresaron para de recogerlos Rosa Amalia Bobadilla Lugo en tono insolente y déspota les informó que los animales ya habían sido sacrificados de acuerdo a su protocolo y por lo tanto no entregaría nada y les advirtió que los alumnos de esta y otras carreras seguirán aprendiendo con animales vivos, porque ninguna ley se los prohíbe.
Ante la nula sensibilidad de la funcionaria los protectores anunciaron que el próximo jueves realizarán una manifestación en las instalaciones de la Escuela Superior de Medicina, ubicada en el caso de Santo Tomás, para exigir la renuncia de ésta y de su director de cirugía, Rodolfo García.
José Luis Carranza dijo que de manera paralela llevarán a cabo una seria de acciones para dar a conocer a la ciudadanía los hechos y exigirán una audiencia con la directora general del IPN, Yoloxóchitl Bustamante, para que les explique por qué se permite la tortura de seres indefensos en una institución que debe estar comprometida con la enseñanza humanista.
Y es que de acuerdo con alumnos de la propia institución educativa la tortura y el desprecio que profesores y autoridades educativas tienen por estos seres vivos es “escalofriante”.
“La directora general Yoloxóchitl Bustamante se la pasa viajando y no pone atención a lo que sucede en las instalaciones del Politécnico”, en donde los directores ven a las escuelas e institutos como cotos de poder y no permiten que nadie los cuestione”, manifestó una joven estudiante.
De acuerdo con los jóvenes, quienes pidieron omitir sus nombres por temor a futuras represalias, Amalia Bobadilla Lugo y Rodolfo García los obligan a torturar y asesinar a los perros para que puedan acreditar sus materias o titularse.
“La mayoría de las veces no hay anestesia o ya está caduca y no hace ningún efecto en los animales y aún así los tenemos que cortar para ubicar sus órganos. Su sufrimiento y dolor es indescriptible. Tenemos vídeos que nos gustaría dar a conocer, pero a la vez nos da vergüenza, porque como médicos estamos obligados a curar el dolor no ha provocarlo”, explicó una joven.
“La obligación de una escuela es fomentar el humanismo y la protección de los más débiles y no la tortura y el asesinato como arma para alcanzar objetivos, que en este caso es una calificación aprobatoria”, señaló otro joven indignado por la conducta de sus profesores.
Los alumnos afirmaron que la mayoría de los animales mueren en la plancha luego de que les arrancan sus órganos, sin aplicarles ningún tipo de anestesia. A los que sobreviven los suturan sin ningún analgésico y los meten en jaulas en donde se desangran, padeciendo una muerte lenta y muy dolorosa.
Además, los perros que llegan a las instalaciones de la Escuela Superior de Medicina luego de ser comprados en criaderos o levantados de la calle se les mantienen en condiciones deplorables. “Sin agua ni alimento”.
El testimonio de los jóvenes se constata con una serie de fotos y videos en donde se aprecian que los perros están desnutridos, en algunos casos famélicos.
Por todo lo anterior, los alumnos exigieron al Gobierno del Distrito Federal aplicar la ley y castigar a los responsables de torturar y asesinar a los animales, para que en la vía de los hechos demuestre que la reforma al Código penal que castiga hasta con cárcel el maltrato animal es una realidad en la Ciudad de México y no sólo una fantasía, como ya lo dejó entrever el procurador local Rodolfo Fernando Ríos Garza.
Asimismo, anunciaron que pedirán el apoyo de organismos no gubernamentales de defensa de los derechos animales tanto nacionales como internacionales para que difundan en todos los medios posibles la tortura que sufren los animales en el IPN.
Señalaron que actualmente autoridades y académicos, encabezados por Yoloxóchitl Bustamante, carecen de la calidad moral para exigir buena conducta a los alumnos, ya que abdicaron en su principal obligación de formar hombres y mujeres con principios humanos y no criminales como los que en realidad fomentan al permitir este trato a seres vivos cuyo único delito es no tener voz para pedir auxilio.
Indicaron que mientras en otras instituciones de educación superior como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los estudiantes de medicina practican y estudian con cadáveres de humanos donados por instituciones como la Semefo y sus investigaciones de laboratorio se realizan con cultivo de células in vitro, en el IPN se privilegia el ahorro en la educación y el dispendio en los sueldos de directores y ex directores generales y de funcionarios de primer nivel.