El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza, habló claro y sin tapujos. Dijo que el crimen organizado ha obligado a la protección de jueces en algunas zonas del país y aceptó que hay impartidores de justicia que no se ajustan al orden y legalidad. Aquí sus palabras textuales.
La reportera Martha Elva González preguntó al presidente de La Corte: Señor, la premisa con la que trabaja el crimen organizado es plata o plomo y creo que nadie puede, ni negarlo, ni querer tapar el sol con un dedo. ¿Cuáles son los lineamientos de la Suprema Corte para proteger a los jueces, para que cumplan con esta premisa que usted manejaba de autonomía e independencia? ¿Cómo pueden manejarse con autonomía con independencia si tienen esta amenaza encima?
¿Tiene la Suprema Corte un mapa de las zonas de riesgo, de las zonas de peligro, de los lugares donde sus jueces estás más expuestos?
A esto el ministro Juan Silva Meza respondió textualmente: “El trabajo de los jueces sí, en este tiempo, es muy complicado por las situaciones que se presentan en el país: la inseguridad, la violencia, el crimen organizado están presentes, esos son hechos reales, son hechos ciertos.
“¿Cómo se enfrentan por los jueces? Tenemos unos jueces muy valientes, muy valientes, tenemos muchos casos donde han enfrentando situaciones muy difíciles, las siguen enfrentando.
Hasta hace diez años los jueces no tenía mayor protección que su ángel de la guarda, pero últimamente esto ya no ha sido suficiente.
“Y por ello en este momento el Consejo de la Judicatura tiene vehículos blindados. No todos los jueces los tienen. En ciertas zonas del país sí ha sido necesario que los tengan, inclusive tienen escoltas.
“Nosotros estamos suscritos con un convenio con la Policía Federal para que se nos dote de escoltas, para cuando los casos se requieren.
Muchas veces son temporales, después de algún evento, de alguna amenaza, etcétera, sí hay amenazas, sí tienen amenazas. El tránsito de la amenaza, a la actualización de la amenaza no es frecuente. Sin embargo, sí tenemos eventos que han inclusive generado hacer alguna petición, inclusive al Ejército Mexicano para que en un determinado momento acompañe a algún juez a dictar una resolución.
“Un juez que fue levantado la noche anterior estando del turno teniendo que resolver un término constitucional al día siguiente, donde es levantado y amenazado, y en relación con la resolución que iba a dictar al día siguiente.
“Y el juez dijo: "yo voy y la dicto, nada más que me lleven". El juez, al día siguiente fue acompañado por el Ejército Mexicano, resolvió en el término constitucional como lo tenía que resolver según su convicción. Ese día se autorizó su cambio de adscripción, y se le sacó de ese lugar por el Consejo de la Judicatura, pero ése es un ejemplo de juez que dijo: "yo cumplo con mi trabajo, voy y hago lo que tengo que hacer", y salió.
“El Ejército Mexicano, desde la noche cuando lo liberaron y al día siguiente que fue a resolver, lo acompañó y después ya no, y ahora está en otro lugar.
“Esa autonomía, esa independencia la tratan de preservar los propios jueces. Es una situación de vocación, esto fue lo que escogimos, y para lo que escogimos nuestro desempeño. Ahora está difícil, antes era menos. Para quienes fuimos Jueces de Distrito en materia Penal, en otros tiempos, también nos tocó manejar situaciones de narcotráfico.
“Algunos de nosotros tuvimos en proceso a los que eran los capos del momento, pero habré de decirles con esa experiencia personal, que las cosas son totalmente diferentes, totalmente diferentes. Ahora sí hay violencia, ahora sí hay mucha violencia, ese mapa que preguntaba la reportea Martha Elva González sí existe en el Consejo de la Judicatura.
“Hemos tomado decisiones en función de esos mapas para modificar horarios de trabajo. Hay lugares en la República Mexicana, donde hay un acuerdo para que en ciertos estados, Circuitos Judiciales como nosotros les llamamos, interrumpan sus laborales o prescindan por cuestiones de género, que sean las mujeres las que estén por la tarde o por la noche, y que sea lo indispensable, pero es en función de esos mapas de riesgo, sí los tenemos, sí los vivimos.
“Esas expresiones de la periodista si son ciertas y esas, muchas veces, se enfrentan, o muchas veces, generan otro tipo de situaciones pero las no deseadas no son generalmente aceptadas.
“Sí me atrevo a decir que hay deficiencias de jueces, tenemos fallas, sí hay puntos negros, que nadie queremos, ésa es una constante. A esos nadie los queremos, ni sus propios compañeros jueces, magistrados o ministros, no los queremos, en cuanto se detectan, hay consecuencia, definitivamente hay consecuencia hasta donde llegue.
“No ha llegado a ser una situación alarmante, pero sí es una situación de llamar la atención y ¿qué tenemos que hacer nosotros? Fortalecer, fortalecer su desempeño, apoyar su desempeño, acuerparlos como podemos, en tanto que la actitud de esos jueces sí es de compromiso, sí es de responsabilidad frente al encargo que tienen.
“Esto en la gran, gran mayoría de todos los jueces y magistrados. Eso sí yo se los puedo decir con total conocimiento de causa. Pero sí hay investigaciones, desde luego que hay investigaciones, no necesariamente relacionadas con delincuencia organizada, sino con el propio, vamos, patrones de comportamiento y en los temas disciplinarios de todo tipo, pero también habría que decirles, sabemos que sí hay averiguaciones previas también abiertas con relación con desempeños judiciales.
“No hay consignaciones. Algunos de ellos, inclusive desde el punto de vista disciplinario, nosotros los tenemos suspendidos por cuestiones disciplinarias, y las averiguaciones previas no han estado presentes.
“No que se urjan, porque muchas veces no se tienen pruebas. La única exigencia que ha habido por parte del Poder Judicial en su integridad, sea Corte sea Consejo, es que cualquier actuación, cualquier reproche a un juez tiene que estar sustentado en pruebas, si nosotros tenemos las pruebas, somos los primeros, porque yo insisto, hablo del Poder Judicial, la gran, gran mayoría, ni somos así, ni los queremos aquí.
“No andamos en cacería de nadie, pero cuando los tenemos ahí, y hay pruebas, ya no están con nosotros.