Es nuestra casa y no podemos permitir que alguien venga a invadirnos, fue la expresión soltó el presidente del Senado de la República, Ernesto Cordero, del PAN, cuando los coordinadores de las bancadas del PRI y PRD coincidieron en que deberían nombrar una comisión para recibir a los dirigentes obreros que se manifestaban afuera del recinto parlamentario.

Finalmente tricolores y amarillos convencieron a los azules y al término de la sesión donde se dio a conocer el inicio del análisis de la reforma laboral que recibieron de la Cámara de Senadores, se permitió el ingreso de 10 líderes sindicales, entre ellosFrancisco Hernández Juárez, de los telefonistas;Agustín Rodríguez, del STUNAM; y Martín Esparza, del SME.

Pero los representes del sector laboral solo dialogaron con los senadores perredistas Alejandra Barrales, Alejandro encinas, Armando Ríos Píter y Mario Delgado, porque ningún legislador del PRI, y mucho menos del PAN, estuvo en el encuentro que duró poco más de media hora.

El dirigente de los trabajadores universitarios pidió a los senadores que escucharan sus propuestas antes de que aprobaran la reforma laboral, lo que aceptado y se acordó otro encuentro para dialogar sobre el rumbo que tomará el nuevo documento que regirá las relaciones de trabajo en el país.