El vicecoordinador del PRD en el Senado, Carlos Sotelo García, propuso al Ejecutivo federal realizar una mesa de trabajo con el Consejo Consultivo de Ciencias, la Academia Mexicana de Ciencias, el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, a fin de evaluar la efectividad y el funcionamiento de los detectores moleculares GT200, adquiridos por el gobierno mexicano para la detección de drogas, explosivos, armas y dinero.

Mediante un punto de acuerdo, que deberá ser dictaminado en la Segunda Comisión de la Permanente, Sotelo García también planteó que el Ejecutivo federal remita un informe en el que precise cuáles secretarías o dependencias de la Administración Pública Federal han adquirido los detectores moleculares GT200; el costo de éstos y qué utilización se les ha dado.

Recordó que en octubre de 2008 la prensa nacional dio a conocer que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) había adquirido un instrumento para reforzar la Estrategia de Seguridad Nacional y “poner a raya al crimen organizado”; es decir, el detector GT200, supuestamente capaz de descubrir drogas, explosivos, armas y dinero, a una distancia de 500 metros, sin la intervención de la mano del hombre.

“En contradicción con esta información oficial, diversos medios de comunicación, prensa escrita principalmente, han publicado que la utilización del GT200 ha tenido fallas importantes, como por ejemplo, la confusión, en la carretera México-Nogales, de un cargamento de queso Cotija con cocaína”, dijo.

Carlos Sotelo refirió que según la información del folleto informativo “GT200 Remote Substance Detection”, este dispositivo es un detector remoto avanzado para localizar narcóticos, explosivos y armas. Agrega que es recomendado por los Ingenieros Reales del Reino Unido y por la defensa de Holanda, y que actualmente es usado en 25 países.

Sin embargo, la información presentada en el folleto informativo no demuestra científicamente la eficacia de ese instrumento, ya que no se cuantifica su porcentaje de éxito, sus probabilidades de errores, pruebas de falsos positivos y falsos negativos. Es decir, no hay explicaciones plausibles del aparente éxito de los detectores en los casos relatados, sin existir información previa de evidencia adicional”.

El legislador dijo que el gobierno de Gran Bretaña alertó al de México sobre las fallas que presenta el GT200, al presuntamente no detectar explosivos y con ello poner en riesgo la vida de los usuarios.

Incluso, añadió, en febrero de 2010 el gobierno Británico instruyó a su servicio diplomático para que informara a los países alrededor del mundo sobre su preocupación en torno al uso del GT200 y prohibió su exportación a países en que operen soldados ingleses.

“De ser correcta la información dada a conocer sobre el detector molecular GT200, nos enfrentaríamos ante una situación potencialmente grave para México, ya que estos instrumentos podrían arrojar falsos negativos, indicando por ejemplo, la inexistencia de explosivos o de armas en el interior de un vehículo o de un almacén donde sí se encuentren en grandes cantidades, poniendo en riesgo la vida del personal militar.

“O por el contrario, arrojar falsos positivos, indicando la presencia de drogas en un vehículo o en una vivienda donde no la hubiese, poniendo en riesgo la tranquilidad, bienestar e integridad de ciudadanos inocentes, molestándolos en sus bienes y en su propiedad”, advirtió Carlos Sotelo.

Reiteró la importancia de que el gobierno federal informe a la sociedad sobre las evidencias científicas, objetivas, creíbles que permita juzgar de manera definitiva la eficiencia del GT200, “ya que las negativas de evaluación del instrumento han sido en repetidas ocasiones justificadas por los contratos elaborados en la compra y venta del detector”.