El pasado 1° de septiembre de 2011, los cuerpos de las periodistas Ana María Marcela Tarce Viveros, fundadora de la revista Contralínea, y Rocío González Trápaga, periodista independiente, fueron hallados sin vida en la delegación Iztapalapa del Distrito Federal. Con estas muertes, suman 74 los periodistas asesinados en México desde el año 2000, de los cuales, 8 solo en  2011.

La Delegación de la Unión Europea condena firmemente estos viles asesinatos y hace un llamamiento a las autoridades competentes a hacer todo lo posible para esclarecer los hechos, identificar, arrestar y juzgar a las personas responsables.

La Delegación de la UE confía en que las autoridades mexicanas continuarán trabajando en la protección de la libertad de expresión, impulsando la labor de  la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión y la aplicación del Convenio de colaboración para la implementación de acciones de prevención y protección de periodistas.

La UE anima a las autoridades mexicanas a perseverar en el fortalecimiento de las condiciones que permitan el libre ejercicio de todos los derechos humanos y a seguir luchando contra la impunidad, en el espíritu de la reciente y muy positiva reforma constitucional en materia de derechos humanos.